En la intimidad del hogar continúan siendo las mujeres quienes se encargan mayoritariamente de las labores domésticas y del cuidado de los demás miembros familiares.

En 1995, la histórica Declaración y Plataforma de Acción de Beijing prometió igualdad de acceso a la educación para las mujeres de todo el mundo. Un cuarto de siglo después, un nuevo informe muestra que, a pesar de un progreso considerable hacia este objetivo, queda mucho por hacer.

La pandemia ha hecho más que devastar las economías de América Latina; ha puesto de relieve dos debilidades estructurales crónicas y generalizadas. Abordarlos debe ser un componente clave de los esfuerzos de recuperación en toda la región.

Si el comercio electrónico va a seguir creciendo, tenemos una oportunidad para diseñarlo de manera que sea una fuente de valor para todos los agentes de implicados.

Una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para frenar esta otra pandemia es prohibir el marketing de alimentos no saludables dirigidos a niños. La OMS reconoce que la publicidad en TV influye en las preferencias alimenticias y en las pautas de consumo de la población infantil. Por lo tanto, regular este marketing debe ser prioritario para los gobiernos.

Donald Trump ha llevado a Estados Unidos a un territorio peligroso del que no hay una salida clara.

La crisis sanitaria actual reúne todos los factores para que vuelva a repuntar: pobreza, emergencias regionales, desigualdad económica y migración. A todos ellos se unen, además, las circunstancias provocadas por el Covid: miles de niños huérfanos en países pobres o de padres desempleados obligados a hacerse cargo de sus familias.

Con la rápida globalización y la innovación tecnológica han surgido nuevos y profundos riesgos no solo para las personas y los países, sino también para la supervivencia de la humanidad. La etapa actual de nuestra historia exige una perspectiva ética completamente nueva, que requiere la capacidad de pensar en términos de especie.

Mientras esperan una elección limpia y bien administrada con un mínimo de disturbios, los estadounidenses tienen todas las razones para temer lo peor a partir de hoy. Muchos de los factores de riesgo asociados con la violencia electoral en las democracias más jóvenes y menos robustas de todo el mundo ahora son evidentes.

Mientras esperan un resultado concluyente el 3 de noviembre (o inmediatamente después), los observadores del mercado desafortunadamente deben prepararse para lo peor. Después de todo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los republicanos ni siquiera ocultan sus planes de robarse las elecciones.

Con los votantes cada vez más agotados por años de polarización política, los partidos progresistas que se toman en serio la conquista y retención del poder harían bien en reconsiderar su oposición al centrismo.

Todos los estudios hasta la fecha coinciden en señalar las severas implicaciones del confinamiento para los chicos y chicas. Conllevan un aumento notable de la vulnerabilidad infantil (revelada, incluso, en el incremento de tasas de maltrato, abuso y violencia contra las y los menores).