¡Hola amigos y amigas! Bienvenidos a una nueva edición de Oxígeno. Hoy vamos a aprovechar el verano para conversar sobre algo que una y otra vez nos emociona: la ternura.
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Una causa justa. ¿Qué es la ternura? El diccionario la define así:
nombre femenino. Sentimiento ante las personas, cosas o situaciones que se consideran merecedoras de un amor o un cariño puro y gratuito, por su dulzura, debilidad o delicadeza.
Nosotros creemos que es mucho más. Explicarla sea acaso una tarea imposible. Como la poesía, la ternura no se define, se reconoce. Muchos la identifican con el hombre o la mujer de edad avanzada que a pesar del dolor de espalda se agacha para acariciar un perro. Otros piensan en los gestos de los chicos. Para nosotros, la ternura es una constelación, un estado en el que vivir.
Muchas veces nos preguntamos si hay algún líder, algún campeón o algún rey de algo que mantenga la ternura. ¿Es posible? Sin dudas, pero nunca hay que darla por sentado. La ternura es acaso el gesto de cariño que aparece cuando nadie está mirando.
- Nuestro amigo y artista Pablo Domrose hizo esta ilustración. Como toda pieza de arte, no tiene un único sentido. No tiene siquiera uno literal. Para él, es un pedido de que las guerras sean solo cosa de historietas. Para nosotros, mucho más.
- El ejército de la ternura es un término que no existe y que gracias a la obra de Pablo hoy aparece en nuestra cabeza. Una formación no de solados sino de tipógrafos o escritores que en lugar de balas larguen palabras. Imaginemos una guerra así: ejército de artistas contra ejército de artistas; tiernos contra tiernos. ¿No suena a que sería un mundo mejor?
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Guarda -lo mejor- de la vida. Leímos esta historia en Twitter. Muchos dicen que es una red social dedicada al odio o la burla, sin embargo, como todo, la naturaleza de las cosas dependen un poco de cómo las miramos, no de cómo son. Esta es una historia muy lejos del odio, una historia de amor, de amor hacia el otro, hacia el desconocido, hacia el que sufre un dolor o una necesidad.
Qué alegría más grande cuando en Twitter de pronto nos encontramos con este homenaje a la empatía. Son gestos como estos en los que pensamos cuando decimos, como antes, que siempre seremos parte del ejército de la ternura. ¡Gracias Joaquín! Guardavidas, ¡y guardaternura!
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Vivir en un hogar. Leemos estos datos en Red/acción:
?? En Argentina hay 10.000 niños, niñas y adolescentes que viven en hogares separados de sus familias.
?? En 2017 se sancionó la Ley Egreso que les brinda un apoyo una vez que cumplen los 18 años.
No termina ahí. Además de compartir la información Flor Tuchín y Luciana Coraggio fueron a un hogar para hablar con chicos y chicas que crecieron ahí. "Nuestro miedo es no poder. Y lo que necesitamos es empatía". Solo eso. Así lo dice Luciana Ludmila Alegre en este video que recomendamos ver muchas veces.
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¡Te buscamos! Es conmovedor que Mariano, desde su lugar, siga buscando a Sofía. Todo en Mariano es conmovedor Mariano. Lo conocemos hace mucho de Plaza de Mayo. Está siempre ahí, es su lugar. Desde el primer día que sabe que buscamos a Sofía, quiso participar de la campaña. El día en que Cantó Argentina él llevó esta remera en el pecho. A la hora de la canción, se emocionó, y pensó en cosas que no sabemos, pero veíamos su corazón en la mirada. A su manera, desde su lugar, Mariano sigue buscando a Sofía. Todos lo hacemos. No bajamos los brazos.
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En Instagram, en el club o en la calle... siempre miremos al de al lado.
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La felicidad. En este punto siempre compartimos un poema. Hoy es algo mucho más sencillo: cuántas veces habremos querido decirle esto a alguien, ¿no? No es difícil. El truco es no esperar reacción alguna, no esperar recompensa no correspondencia. Solamente mirar y decir: no tenés una idea de lo feliz que me hace haberte conocido. Probremos... la honestidad siempre es una forma de victoria.
Gracias amigos, hasta acá llegamos hoy. Ojalá se hayan conmovido con alguna de estas historias que, como siempre decimos, son el resultado de levantar la mirada. Escriban a este mail, que siempre leemos todo.
Un fuerte abrazo,
Juan.
