Ideas y análisis que sirven para entender problemas y conocer posibles soluciones.
Durante el pico de reducción de la actividad global a principios de abril, las emisiones diarias globales cayeron un 17 %. Las emisiones totales durante este periodo fueron similares a las de 2006. El hecho de que el mundo ahora emita tanto en condiciones de confinamiento como lo hizo en condiciones normales hace 14 años demuestra el impresionante crecimiento en emisiones de los últimos años.
Las finanzas globales se han separado de las necesidades y preferencias de las personas. Pero al aprovechar el potencial disruptivo de las tecnologías digitales, el mundo puede crear un sistema financiero más justo e inclusivo que impulse el desarrollo sostenible.
Muchos países en desarrollo han mantenido durante mucho tiempo los subsidios a los combustibles porque son políticamente imposibles de abandonar, debido a la conmoción que el público encuentra en la bomba tan pronto como los precios están flotando. Pero ahora que los precios del petróleo han alcanzado mínimos históricos, este problema casi ha desaparecido.
La única forma de desarrollar y desplegar una vacuna contra la COVID-19 al ritmo y escala que exige la crisis actual es a través de la coordinación internacional. Un enfoque colectivo minimiza los riesgos y maximiza la eficiencia.
La pandemia está amplificando el riesgo de un aumento mundial de los precios de los alimentos, lo que desencadenaría crisis directas en muchos países en desarrollo. Por lo tanto, los gobiernos deben trabajar juntos para abordar las interrupciones en las cadenas de suministro de alimentos y evitar que el proteccionismo alimentario se convierta en la nueva normalidad post pandemia.
Muchos países ya están demostrando cómo podemos construir vínculos más fuertes entre la naturaleza, nuestra economía y nuestra salud.
Es un modelo de innovación que tiene su origen en los países pobres, pero la llegada del COVID-19 ha hecho que en tiempo récord la innovación frugal se ponga al servicio de la salud pública.
Hay decisiones que pueden torcer las dificultades del contexto. Mi abuelo, con un acto heroico luego de la Segunda Guerra Mundial, reunió la historia de dos vidas.
Si bien muchos factores juegan a la hora de evaluar los resultados, el liderazgo es sin duda uno de los más importantes. No es casualidad que los gobiernos de los países que mejor han respondido a la pandemia del COVID-19 estén liderados por mujeres.
No todos los confinamientos son iguales. Y el caso de los refugiados y los migrantes irregulares resulta paradigmático, sobre todo en cuanto a las condiciones de precariedad y vulnerabilidad. Si los efectos catastróficos de la pandemia son duros para todos, estas personas los perciben de una manera muy intensa.
En una entrevista con el destacado periodista alemán, Gregor Peter Schmitz, el fundador de la Open Society Foundation afirma que solo una cosa es segura sobre el mundo pospandémico: no hay vuelta atrás a la economía globalizada que lo precedió.
Deben ser capaces de tomar decisiones y mostrar confianza. Pero, sobre todo, estos momentos requieren de líderes que sean capaces de servir a los demás y resolver sus necesidades.
De no llegar a un acuerdo, 2020 marcará un nuevo y devastador capítulo de la crisis financiera mundial. Es una oportunidad para BlackRock a mostrar liderazgo.
Se le está pidiendo a los acreedores de Argentina que acepten una propuesta que reduciría su flujo de ingresos pero que la haría sostenible. Una resolución responsable sentará un precedente positivo, no solo para la Argentina, sino para el sistema financiero internacional en su conjunto.
La situación actual deja la problemática del medio ambiente en un plano muy secundario. Sin embargo, aquellos que nos dedicamos a la contaminación ambiental no podemos bajar la guardia.
El coronavirus cambió repentinamente el contexto y el cálculo del mundo. Ha abierto posibilidades audaces que nunca antes existieron, y de repente estamos en la tabula rasa. Tenemos una libertad de elección increíble y podemos elegir caminar en cualquier dirección.
Es posible que la curva del contagio del virus se esté aplanando, pero las curvas del desempleo y de las quiebras comerciales aún van en alza. Si al shock de salud pública le sigue una crisis económica prolongada y con muchas víctimas, la confianza en el gobierno y en las instituciones sufrirá, y las identidades nacionales se fracturarán aún más.
Las consecuencias de las fallas en la cooperación internacional en la lucha contra COVID-19 en los últimos meses ahora se pueden contar en vidas. Al no haber podido detener la primera ola de la pandemia, no debemos volver a cometer el mismo error.
Si bien nunca hay un buen momento para una pandemia, la crisis de COVID-19 ha llegado en un momento particularmente malo para la economía mundial. El mundo lleva mucho tiempo a la deriva en una tormenta perfecta de riesgos financieros, políticos, socioeconómicos y ambientales, que ahora se están agudizando aún más.La «Mayor Depresión» que viene con la década de 2020
El coronavirus trastocó la agenda educativa, obligando a miles de docentes a transformarse en educadores digitales. Una situación motivante y frustrante, que incluye una situación que va desde los malabarismos para sostener el status quo hasta la necesidad de celebrar pequeños logros.
