La pandemia está acelerando la necesidad de que las reglas y estándares internacionales que rigen los datos deben ponerse al día con urgencia. Cuanto más estancada la formulación de políticas a nivel nacional, menos beneficios producirá la Cuarta Revolución Industrial.

Se pueden acortar los tiempos para preparar una vacuna que supone un gran desafío mundial. Pero siempre dentro de unos límites que no condicionen ni la eficacia, ni la efectividad, ni la seguridad de todos los posibles candidatos a vacunarse.

El esfuerzo para discernir contenidos audiovisuales nutritivos, seguir una dieta moderada de redes y un consumo de pantallas saludable requiere tanta educación como la que se necesita para distinguir entre lo que simplemente nos gusta y lo que de verdad nos sienta bien.

A medida que aumentan las temperaturas globales y se dispara la demanda de aire acondicionado y refrigeración, todos los países deben adoptar iniciativas de sentido común para hacer que la refrigeración sea más eficiente, menos intensiva en emisiones y más asequible para los consumidores. Sin una acción rápida, el cambio climático descontrolado será mucho más difícil de prevenir.

Nuestras existencias ordinarias dependen de lo que suceda en esos espacios extraordinarios, donde se está experimentando con más de 140 vacunas potencialmente eficaces. Vivimos una especie de laboratorización de la vida.

Desde la Revolución Industrial, la actividad económica ha tendido a concentrarse en unos pocos núcleos urbanos en constante expansión. Pero ahora que la crisis del COVID-19 ha familiarizado a todos con los beneficios del trabajo remoto, muchos de los factores que tradicionalmente han atraído talento y capital a las megaciudades están cambiando repentinamente.

Son por las cuales podemos tener la seguridad de que en algún momento a finales de 2020 sabremos ya si alguna de las vacunas para la COVID-19 es segura, conoceremos su eficacia y tendremos claro cuál se debería utilizar para vacunar a la población.

La pandemia ha tenido un impacto devastador en los países de ingresos medios, especialmente en América Latina. Al ayudar a estos países a superar la pandemia y sus consecuencias económicas, la comunidad internacional también actuará en beneficio de sus propios intereses.

La pandemia ha afectado con más fuerza no solo a las ciudades sino a los vecindarios más pobres y superpoblados, lo que da más credibilidad a la observación de que, en el mundo actual, el código postal de uno determina el destino de uno. Pero, ¿podría la pandemia conducir a una forma de urbanismo más avanzada e inclusiva?

La presencia de las matemáticas en el diseño de ropa va mucho más allá de los estampados geométricos. Desde los nudos de corbata a las proporciones en patronaje, números y belleza tienen mucho en común.

Los países llegaron a este acuerdo hace medio siglo en un mundo en el que la pobreza mundial se encontraba en niveles muy altos. En dicho momento, el mundo se percibía, justificadamente, en términos binarios: el norte era rico y el sur era pobre. Una nueva era exige un nuevo enfoque que implique un compromiso financiero escalonado de todos los países.

Lejos de señalar su inminente desaparición como principal moneda de reserva mundial, lo que está pasando es una fuerte depreciación del dólar que se explica por el contexto de la pandemia.

Sabemos que el diagnóstico temprano junto con el rastreo de los casos y la cuarentena de los contactos es lo que nos puede evitar el confinamiento de la población. No sabemos porqué muchas personas no presentan síntomas.

El poder de concentrar poder de Amazon no radica en el porcentaje que supone en un solo mercado ni en la gran cantidad de datos que posee. Es su propia red.

Los usuarios dedican 1,8 segundos para decidir si un contenido le gusta o no. Por eso Netflix da una prioridad absoluta a la fotografía que ilustra sus series y películas.

A medida que los países se centran en "reconstruir mejor" después de la pandemia, tienen una oportunidad crucial para dar un salto hacia una economía más digital y hacerlo de manera responsable. Cualquiera que sea el modelo que elijan, los gobiernos pueden transformar la vida de las personas en todas partes mediante la creación de sistemas de identificación digital diseñados para maximizar la privacidad, la inclusión y la confianza.

Además de perturbar la economía, la pandemia también está haciendo descarrilar las oportunidades educativas para millones de los niños más pobres y vulnerables del mundo. Si los gobiernos y las organizaciones multilaterales no intervienen de inmediato, el daño causado hoy se sentirá en las próximas décadas.

La educación, concretamente, es una actividad eminentemente social en la que no debería obviarse la importancia del apoyo entre iguales. Esta máxima afecta al colectivo de estudiantes donde el refuerzo de la coevaluación, tutoría y mentoría entre alumnos tiene mucho potencial de crecimiento en situaciones de enseñanza híbrida o a distancia.