Pintar para mitigar el dolor: artistas plásticas enseñan y acompañan a pacientes en hospitales en la Ciudad de Buenos Aires - RED/ACCIÓN

Pintar para mitigar el dolor: artistas plásticas enseñan y acompañan a pacientes en hospitales en la Ciudad de Buenos Aires

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Empezaron con niños y niñas internados en Cuidados Paliativos del Ricardo Gutiérrez en 2010 y luego ampliaron el programa al Hospital de Clínicas. Hoy, la Asociación Civil Vergel lleva dadas más de 3.300 clases de arte personalizadas y a cerca de 1.100 pacientes, entre niños, niñas, adolescentes y adultos.

Pintar para mitigar el dolor: artistas plásticas  enseñan y acompañan a pacientes en hospitales en la Ciudad de Buenos Aires

Intervención: Marisol Echarri.

En medio de su internación, Diego miró con orgullo su obra y, con un espíritu diferente al que tenía unas horas atrás, aseguró que estaba emocionado. La habitación se encontraba colmada de colores, pinceles y un lienzo que lo ayudaron a cambiar el ánimo. Tras observar una pintura del artista francés Georges Pierre Seurat en la que había un atardecer con botes en el río, este adolescente de 17 años se animó a hacer algo parecido pero, a su manera, con azules, negros y blancos. Dio pinceladas largas y, con su imaginación, logró una imagen parecida a un sueño.

Como Diego, cerca de 1.100 pacientes que pasaron por internaciones en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y otros nosocomios de la Ciudad de Buenos Aires contaron con un espacio creativo, gracias a las actividades que organiza Vergel. Esta ONG está conformada por artistas que “fomentan la importancia del arte como herramienta complementaria a los tratamientos médicos, para un abordaje holístico y humanizado de la salud”, revelan. La práctica artística proporciona, tal como lo dicen ellos y los propios pacientes, alivio y bienestar.

La propuesta Pintando en el Hospital ya tiene 13 años y se inició bajo el amparo del servicio de cuidados paliativos del Hospital Ricardo Gutiérrez. “Hicimos posible que niños y adolescentes puedan transformar el tiempo de internación en un momento de encuentro con el arte. La buena respuesta por parte de los chicos, sus padres y la comunidad hospitalaria nos dio el impulso para seguir creciendo”, cuenta Catalina León, una de las fundadoras y actual coordinadora general de la organización. Ella nació en 1981, es artista visual y gestora cultural; comenzó su formación artística en 1998 en distintos talleres y en 2006 incursionó en los cuidados paliativos. Primero fue acompañante voluntaria de adultos en el Hospice San Camilo, de Olivos hasta que, en 2008, llegó al Hospital Gutiérrez, donde supo entrelazar el arte, la salud y la educación. Eso cobró fuerza porque, en ese camino, encontró colegas y alianzas y Vergel se convirtió en ONG.

Gracias al Programa Pintando en el Hospital, niños, niñas y adolescentes de entre 3 y 18 años, que se encuentran internados, reciben una clase de arte a la semana. No es algo improvisado sino que quienes la imparten son artistas que tuvieron la experiencia de ser formados para desempeñarse como docentes de arte hospitalarios.

Quienes integran el grupo de docentes son casi todas mujeres. Según León, esto no es una condición para participar, sino que ocurre porque ellas tienden a vincularse más con este tipo de actividades, mientras que los varones, por mandatos aún patriarcales y machistas, no se involucran tanto.

“La capacitación la hacemos con base en nuestros años de experiencia, a través de encuentros o pódcasts. Ya formamos a unos 50 artistas”, revela León, quien además lidera un pequeño equipo compuesto por personas que coordinan los programas y colaboran en el diseño y la comunicación. “En el mundo, hay otras iniciativas de arte en hospitales que están más vinculadas con la arteterapia. Pero de la forma en que lo hacemos en Vergel, con clases personalizadas y con el proyecto de hacer un cuadro, no”, agrega. 

De esta manera, durante una hora y media la habitación se transforma en un taller de artista. “Llevamos libros de arte y materiales de calidad —resume León—. Los chicos se quedan con los cuadros que realizan, y, además, comparten con sus amigos y familiares a través de las redes las fotos de lo que hicieron”. El espacio de internación cobra un ambiente diferente en el que hay lugar para el juego, la creación y el deleite. Y la obra terminada pasa a formar parte del mobiliario, como testimonio luminoso de una evolución.


En plena tarea, una de las docentes de Vergel le enseña nuevas técnicas a una paciente. Las artistas de la ONG están formadas como docentes de arte hospitalarios. (Imagen: gentileza Asociación Civil Vergel

Un universo de dolor y color

Pintando en el Hospital es el programa insignia de Vergel. En el Hospital de Niños, trabajan principalmente con pacientes que les derivan los profesionales de Cuidados Paliativos, área que busca aliviar el dolor en cualquier instancia del tratamiento. En general son pacientes en su mayoría provenientes de familias de bajos recursos socioeconómicos que padecen patologías crónicas, están realizando algún tratamiento curativo o atraviesan una enfermedad terminal. Desde 2019, también llevan su iniciativa al Hospital de Clínicas con pacientes adultos.

De a poco, con las pinturas resultantes de cada semana, se van cubriendo las paredes de las habitaciones; un tejido de arte y amor entre los pacientes, médicos, enfermeras y trabajadores de limpieza del hospital. Porque, aunque el foco está puesto en los pacientes, esta actividad involucra a toda la comunidad hospitalaria.

Cuando Tahiel, de 6 años, quiso pintar un gatito, intentó hacer algo similar a lo que vio en una lámina que habían llevado las chicas de Vergel. “¡Quiero copiarlo todo!”, dijo entusiasmado. Observó cada detalle pero supo darle su toque personal; como fondo de su obra usó el azul, su color preferido. La pintura ocupó un lugar en la habitación. Doctoras, enfermeras y empleadas del hospital tuvieron palabras de aliento para ese pequeño artista.


Tahiel busca pintar un gato. Cada niño o niña que participa del programa recrea alguna obra y le pone su impronta. (Imagen: gentileza Asociación Civil Vergel)

Más allá del horizonte

Fue en Misiones, en un hospital donde realizaban capacitaciones. Afuera de una habitación había un padre completamente desahuciado; su hijo de diez años había quedado casi inmóvil y sin capacidad para hablar a causa de una poliomielitis. Estaba al borde del llanto, agotado por pasar las noches sin dormir para cuidar a su hijo. Al límite. “Nos quedamos quietas junto a él, escuchándolo, sin decir nada”, recuerda León.

Ante esta situación, le propusieron que dibujara algo y le mostrara a su hijo cómo lo hacía. Con un movimiento de ojos, el chico indicó que estaba de acuerdo. León y sus compañeros les enseñaron cómo se usaban las acuarelas. El padre comenzó a pintar y el hijo aprobaba. “Mientras cuento esto vuelvo a emocionarme —dice León— , me resulta intransferible la potencia de esas manchas armando una cascada en un cuaderno. Cuando terminamos el encuentro, el padre dijo: ‘Ahora ya sé qué voy a hacer durante las noches’”.

Con este rato de arte en la habitación no solo se benefician los pacientes sino también sus familiares y cuidadores. Estos, en muchos casos, están desbordados en su ánimo y visiblemente fatigados por toda la situación que implica acompañar a su pariente en este duro trance.

La propuesta de Vergel responde a la pregunta que fue germen de su desarrollo: ¿qué puede hacer el arte frente al dolor? En cada actividad se trabaja en forma conjunta con profesionales de la medicina paliativa, quienes buscan mejorar la calidad de vida de los pacientes mediante un abordaje integral. 

Los médicos o enfermeras son quienes derivan a los pacientes. La interacción de las docentes de Vergel con los profesionales de Cuidados Paliativos consiste en hacerles una devolución de cada niño o niña después de las clases. “Les contamos si pasó algo en especial, porque en esa hora y media de arte, los pacientes suelen relajarse y pueden hablar de algún tema que les está pasando o les preocupa”, resume León. 

Al respecto, los profesionales de Cuidados Paliativos del hospital sostienen que la pintura posibilita el contacto con los sentimientos, colabora con el manejo de los síntomas y es una herramienta para que los chicos y chicas se comuniquen con el entorno y puedan decir a través del arte lo que no pueden decir en palabras. 

A través de un abordaje holístico, que contempla el aspecto físico, emocional, social y espiritual, los cuidados paliativos buscan mitigar el dolor y mejorar la calidad de vida. “En ese sentido, entendemos que el arte es una herramienta clave que, además de ser una vía de expresión, es una manera de disfrutar el momento presente y mantener activos los procesos creativos”, menciona León.


Milton decidió pintar lo que veía desde la ventana de su habitación en el hospital. (Imagen: gentileza Asociación Civil Vergel)

Sostener entre todos

La tecnología, en ciertos momentos, no juega a favor de los pacientes y quienes los cuidan. Y el arte logra evaporar ciertos vicios o costumbres. Muchos niños, niñas y personas adultas que están internadas miran la TV como una forma de escape. Según datos que proporciona Vergel, el 93 % de los chicos y chicas que participaron de la actividad declaró que se sintió mejor luego de pintar y crear su obra. El 69 % apaga el televisor y el 98 % silencia por un rato tablets y celulares cuando llega la hora del arte.

Así fue el caso de Ulises, a quien solían encontrar siempre jugando con su celular. Él fue uno de los tantos que, a la hora estipulada, se desconectaba. Hizo un cocodrilo tras ojear un libro con pieles de animales. En el primer intento no quedó satisfecho pero sí lo consiguió en el segundo: “Me está quedando bien, transformé algo que no me había gustado, estoy aprendiendo”, admitió.

Aunque ahora Vergel ya logró constituirse como asociación civil, el desafío es crecer. Las actividades se sostienen en gran parte gracias al aporte de una comunidad de personas que se suma con su donación mensual o con una donación por única vez en el marco de la campaña +arte+salud, que la organización realiza todos los años.

En 2023, esta misión acaba de empezar y concluirá con el evento “Viaje sonoro para buscar un sol”, que se realizará en el museo MALBA de la Ciudad de Buenos Aires, el 27 de junio. “Será una oportunidad para disfrutar de una performance creada en colaboración con la artista Juliana Iriart y un momento para compartir y brindar por la posibilidad de seguir generando proyectos que lleven esperanza y bienestar a las personas”, resume León.

En Vergel piensan que el arte es un hábito saludable que se ve en cada obra y, en las palabras de los y las pacientes, que aprenden y disfrutan. “¡Ahora me siento bien!”, dijo Sasha, de 9 años, quien se inspiró en Ritmos sin fin, de Robert Delunay, una sucesión de círculos coloridos que le recordó a un limón “pero de colores”.

La pequeña lo reinterpretó rodeándolo de flores, con los colores que la llevaron a pensar en un jardín. En un vergel. 


Sasha aprende a pintar y a crear. Ella confiesa que esta actividad la hace sentirse bien. (Imagen: gentileza de Asociación Civil Vergel) 

Otros programas de la Asociación Civil Vergel

COLIBRÍ. Son talleres y experiencias artísticas de corta duración, en diferentes instituciones, destinadas a personal de la salud, pacientes y familiares.

ESTACIÓN. Es una prueba piloto para un proyecto editorial pensado para dar mayor alcance a las actividades en territorio. Se trata de 12 publicaciones breves con propuestas didácticas y pedagógicas diseñadas por artistas contemporáneos, que vienen acompañadas de materiales. 

¡PUEDO PINTAR! Es un programa para facilitar el acceso al arte a personas que se encuentran hospitalizadas. Realizan y difunden materiales pedagógicos en formatos como publicaciones, pódcasts y videos tutoriales

CO-CO. Colaboraciones y Co-creaciones. Una plataforma abierta para recibir propuestas de artistas, curadores, profesionales de la salud y otras organizaciones que quieran trabajar en colaboración.

SEMILLA. Ofrecen capacitaciones en arte y salud, destinadas a artistas, trabajadores del ámbito de la salud, y a todas las personas interesadas en la práctica artística como fuente de bienestar.

ZORZAL. Es un espacio de investigación y difusión, desde el cual se busca informar sobre cómo la práctica artística es una herramienta complementaria a los tratamientos médicos

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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.