Ghosting —cuando alguien corta toda comunicación sin explicación alguna— parece que se extiende a todas las cosas. La mayoría de nosotros lo pensamos en el contexto de la partida digital: un amigo que no responde a un texto o, peor aún, un amante, pero ocurre en todas las circunstancias sociales y está vinculado a la forma en que vemos el mundo.
La psicóloga Jennice Vilhauer considera al ghosting (derivado de la palabra ghost, o fantasma, en inglés) como un tratamiento silencioso similar a la crueldad emocional. Entonces, ¿cómo evitarlo en primer lugar?
"Es muy importante recordar que si alguien te hace ghosting, el comportamiento dice más sobre ellos que de ti", dice Vilhauer. "Se trata de su incomodidad. Tienes que seguir intentándolo ".
Una forma de evitar este ciclo es modificar la forma en que rechazamos a las personas, sugiere Gili Freedman, quien estudia el lenguaje de los rechazos en el St. Mary's College de Maryland.
No te disculpes, dice, pero sé honesto sobre los límites, ya sea ir al cine con alguien o pasar el resto de tu vida juntos. Solo sé real.
"El buen término medio es rechazar explícitamente a alguien y decirle 'no', no 'lo siento'", dice.
Puede sonar duro, pero es mejor que quedarse en el limbo. Ese ostracismo lleva a la rabia, a la frustración y a una mayor alienación.
"Si te estás disculpando, estás aplicando una norma social, y si dices 'lo siento', es muy normal responder con un 'está bien, te perdono'", dice.
Tomar el riesgo de decirle a alguien cómo se siente realmente, incluso si no es lo que quiere escuchar, tiene beneficios: autoestima, estrés, presión arterial, pasar más tiempo con las personas que le importan.
La perspectiva puede ser un buen camino hacia la empatía, dice Wendy Walsh, una profesora de psicología nombrada una de las personas del año de Time en 2017 por sus declaraciones que ayudaron a promover el movimiento #MeToo.
Nuestra cultura siempre activa ha erosionado mucho la empatía, por lo que nos encontramos pisando los sentimientos de los demás. Sin embargo, a pesar de todas las opciones, todos seguimos buscando conexiones. El poder de Internet y su capacidad para perturbar nuestras vidas solo va a crecer. Es cómo lo usamos lo que determinará su impacto.
© 2019 The New York Times