Celina: “Ni la pandemia puede frenar al voluntariado”- RED/ACCIÓN

Celina: “Ni la pandemia puede frenar al voluntariado”

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION
Foto de Celina, voluntaria.

Intervención: Julieta de la Cal.

Foto de Celina, voluntaria.
Intervención: Julieta de la Cal.

Hace cuatro años, Celina Martínez, una mujer nacida en el sur del conurbano bonaerense, conoció a Lormy Rojas, presidente de la ONG Lazos de Libertad, una organización que se aboca a contener a inmigrantes venezolanos en Argentina. 

“Me apasionó la entrega para sus coterráneos refugiados o que emigraban, al igual que ella en nuestro país”, recuerda Celina, quien comenzó colaborar en la organización.

En plena pandemia, Lazos de Libertad fue contactada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para brindar en conjunto ayuda humanitaria a personas provenientes de Venezuela. En este contexto, Celina participó tanto en 2020 como en 2021 de la campaña Bien Abrigados, para entregar ropa de abrigo a la población venezolana. Ella abrió una sede temporaria en Lanús con este fin. “En nuestro país, la temperatura es muy baja en invierno si se la compara con la que tienen en Venezuela, unos 24° centígrados. Por eso, cuando llegan al país, las personas sufren el frío como un tormento”, cuenta. 

ACNUR y Lazos de Libertad entregaron abrigo en distintos puntos del conurbano bonaerense. “El trabajo —narra Celina— consistió en preparar la ropa de abrigo para cada familia con los talles correspondientes a cada integrante, luego disponer los días para hacer la entrega en las distintas sedes. Siempre contamos con la presencia de voluntarios del ACNUR para cuando el beneficiario llegaba a retirarlo y un agregado que teníamos en Lanús era esperarlos con un chocolate caliente y alguna masita para todo aquel que se acercaba”.

Celina destaca que “ni la pandemia puede afectar al voluntariado”, ya que se encontraron herramientas para ayudar, como capacitaciones por Zoom, que le permitieron aprender sobre derechos humanos, sobre cómo ayudar a personas con discapacidad o sobre respuesta institucional ante las urgencias. “Me resultó de utilidad porque ayudó a que fuera un voluntariado con orden. Porque el voluntariado puede ser desordenado en ocasiones, pero en este caso no fue así”.

La mujer de 58 años, que trabaja en una pyme familiar, cuenta que como voluntaria lo más difícil fue ver de cerca las realidades de muchas personas llegadas desde Venezuela, “era escuchar cada historia de vida, la partida de su tierra, su maleta y un camino largo, lejos de sus afectos”.  Pero, claro, esto también le dejó aprendizajes: “Que la vida de un día para otro cambia sin más y sin que tengas ninguna responsabilidad en ese cambio brusco y que, en este contexto, la empatía es sublime y la resiliencia existe”. 

***

Podés leer este contenido gracias a cientos de lectores que con su apoyo mensual sostienen nuestro periodismo humano ✊. Bancá un periodismo abierto, participativo y constructivo: sumate como miembro co-responsable.