En un país que muestra una inflación de más del 100% anual y un nivel de pobreza que llega a la mitad de su población es difícil encontrar sectores que sean altamente optimistas. Pero ese estado, de expectativas positivas de desarrollo, es el que muestran las principales operadoras de Vaca Muerta de cara al crecimiento de la producción, tanto de gas como de petróleo y con ella, de las exportaciones que traigan los tan ansiados billetes verdes.
Durante las Décimas Jornadas de Energía del diario RIO NEGRO que se realizaron esta semana uno de los ejes que analizaron los referentes de las compañías participantes fue el de cuáles son las condiciones que se requieren para que Vaca Muerta pueda consolidarse como un polo exportador.
Tanto la vicepresidenta de Upstream Convencional de YPF, Fernanda Raggio; como el vicepresidente de Gas, Energía y Negocios de Pan American Energy (PAE), Roldolfo Freyre; el Gerente de Operaciones de Vista, Matías Weissel; el Gerente de Asociaciones de Pampa Energía, Esteban Falcigno; la Gerenta de Gas Cono Sur de TotalEnergies, Soledad Lysak; y también el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, coincidieron en una mirada optimista en la que precisaron que Vaca Muerta está en la puerta de ese salto de escala.
A diferencia de los años pasados en los que los cuellos de botella de transporte eran el gran problema por delante, hoy las obras de infraestructura clave ya muestran importantes avances e incluso el gasoducto Néstor Kirchner se espera que sea inaugurado el dos semanas y que entre en operaciones las primeras semanas de julio, por el plazo que tomará su carga.
Con esas importantes equis semidespejadas -en el caso del petróleo está en marcha la ampliación de la red de Oldelval, entre otros proyectos- los directivos de las principales operadoras de Vaca Muerta marcaron dos ejes clave que el sector requiere para dar el cambio que, como planteó Raggio “permita pasar de ser un país con petróleo, a ser un país petrolero”, un exportador neto.
La primera clave para esto es la previsibilidad normativa, algo que ya suena un poco trillado al referirse a reglas claras y estables, y a tomar al sector como una política de Estado.
Pero en realidad, no por reiterado deja de ser central. Y es que en los últimos años, los gobiernos han modificado o incumplido numerosas normas del sector energético, como es el caso en este año de los atrasos en los pagos del Plan Gas.Ar y en la puesta en marcha de los beneficios del Decreto 277/22, más conocido como el Dólar Vaca Muerta.
“Para dar un salto de escala es necesario seguir trabajando de forma sostenida, con políticas de largo plazo, con cumplimiento de planes, el hecho que se vengan cumpliendo fue fundamental para las obras de infraestructura que están en marcha”, planteó Freyre.
En gran medida el sostenimiento de los beneficios y exigencias del sector dependen del segundo factor clave para que Vaca Muerta pueda pasar de exportar unos 2.500 millones de dólares, como hizo el año pasado, a unos 12.000 ó 15.000 millones en no más de cuatro.
Vaca Muerta y la macroeconomía
Este segundo factor es la macroeconomía argentina, el talón de Aquiles de todo el sector industrial nacional dado que hoy limita el acceso al dólar y demora la importación de equipos e insumos clave.
El Gerente de Operaciones de Vista remarcó que “es fundamental tomar a Vaca Muerta como una política Estado, y en segundo lugar está el libre acceso a las divisas”.
Pero advirtió que “Amén de todas las restricciones, tenemos una mirada muy optimista, que esto puede ser aún más grande. La discusión es a qué escala queremos llegar y qué tenemos que hacer para llegar a esa escala. Es cierto que es muy difícil con una restricción de lo inmediato. Pero nosotros entendemos que Vaca Muerta es clave un futuro próspero” del país.
“Tenemos ciertas dificultades por resolver, lo que impacta la macro, insumos, importación de equipos, acceso a divisas. En ese contexto, mi experiencia es que cada vez que se aprobó un proyecto de inversión nuevo, es porque el equipo iba a estar, y se supone que esta curva proyectada va a tener el respaldo político que permita cumplir con esto”, marcó el gobernador de Neuquén.
Es que así como ya quedó lejos en el tiempo la época en la que lo que se debatía era el potencial productivo de la formación shale, hoy las miradas están puestas en cómo lograr las condiciones para que la “Vaca” crezca lo más grande y más rápido posible.
“Para 2027 ó 2028 hay que realizar nuevas obras de transporte para anticiparse a las restricciones de esta infraestructura que se estrenará en los próximos años, para que se resuelvan de manera adecuada y den previsibilidad al sector”, anticipó el gobernador Gutiérrez, luego de asegurar que la provincia que capitaliza Vaca Muerta duplicará en dos años su producción de petróleo y llegará a los 650.000 barriles por día.
“El acceso al dólar es fundamental no solo para seguir creciendo, sino para mantener las operaciones”, aseguró Lysak, en un planteo en el que los referentes de las empresas advirtieron que si bien hoy la cantidad de equipos de perforación y fractura alcanzan para cubrir las demandas de Vaca Muerta, al pensar en un mayor desarrollo también serán necesarios más equipos de este tipo que deberán ser importados ya que no se trata de dispositivos que puedan ser fabricados en el país.
Los desafíos son claros, pero también el potencial no solo de un salto exportador y productivo, sino de que el sector se consolide como un generador de las divisas que tanto faltan en el país.
El gas natural necesita más obras de transporte
Si bien en el segmento del petróleo el salto de escala en las exportaciones es más claro ante la ampliación de Oldeval, Oiltanking Ebytem y la reactivación de Otasa, en el caso del gas natural las compañías advirtieron que son necesarias más obras de infraestructura para que el fluido pueda llegar al mercado regional.
Puntualmente se marcó que son clave la reversión del Gasoducto Norte, que el gobierno tiene en carpeta para licitar a la brevedad, y que permitirá reemplazar la importación de gas desde Bolivia, y también exportar gas al norte de Chile y a Brasil a través de la actual red de Bolivia.
Pero junto a esa obra, los referentes de las empresas señalaron como clave la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner que tampoco se licitó. Esta obra permitirá llevar el gas del sistema hasta San Jerónimo, en Santa Fe, e interconectarse allí con el Gasoducto Norte, ampliando su capacidad de transporte.
Para las compañías con foco en la producción de gas natural, como son Pampa Energía y TotalEnergies, el mercado regional es el primer paso a dar en el salto de escala.
Y según marcaron no es algo menor, sino que permitiría elevar las exportaciones del techo de 12 millones de metros cúbicos por día que se alcanzó este año, a más de 55 millones de metros cúbicos, sin tener que recurrir a colosales inversiones como son las de construir una planta de licuefacción para exportar gas natural licuado (GNL).
Las firmas coincidieron que el GNL es el gran game changer del sector, el que permitirá el cambio total de escala de Vaca Muerta, pero con una necesidad de inversión de no menos de 10.000 millones de dólares, no es una prioridad hoy ante el contexto macroeconómico adverso del país.
En el proceso de consolidación de las exportaciones de gas, junto con los dos gasoductos clave a construir y revertir, las operadoras advirtieron que será necesario aplicar el ingenio en las negociaciones para gambetear la alta estacionalidad de la demanda nacional, o de lo contrario el gas de Vaca Muerta podrá llegar a más puntos del país en los inviernos, pero deberá llevar al cierre de pozos cada vez que los calefactores argentinos sean apagados.
Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN