Visitar cada país del mundo durante al menos 24 horas antes de volver a casa y hacerlo todo sin tomar siquiera un vuelo: esa fue la consigna que hace diez años se propuso Torbjørn C. Pedersen (hoy de 44 años) antes de abandonar su Dinamarca natal. En octubre de 2013, esa meta no fue mucho más que una aventura, cuenta. El objetivo lo cumplió en mayo, casi una década y muchos aprendizajes después.
Aunque otras personas recorrieron el mundo (como este cantante indio al que entrevisté en Bangalore), Pedersen señala que es el único que lo hizo solo por tierra y sin volver a su hogar en todo el viaje.
"No voy a comprar ni a pedir prestado ni alquilar vehículos. Así voy a asegurarme pasar mucho tiempo con lugareños y viajeros, ¡una forma increíble de ver el mundo!", fue uno de los requisitos de su travesía, según escribió en el sitio del proyecto.
Después de 3.512 días de viajar a pie, en autos, colectivos, trenes y barcos (incluido 25 containers en los que unió continentes e islas), cumplió su objetivo en mayo, cuando llegó a Maldivas. Fue el país número 203 de su lista (que incluye los 196 países reconocidos por la ONU y otros diez territorios en disputa).
Pedersen, un empresario independiente al comenzar la travesía, costeó su viaje con ahorros personales y donaciones de personas y empresas.
Según contó en una entrevista a la BBC, algunas de las grandes dificultades que tuvo en su viaje fue quedar atrapado durante casi 2 años en Hong Kong a causa de la pandemia o tardar casi cuatro meses para ingresar a Guinea Ecuatorial. También dijo que su viaje más largo en colectivo fue de 54 horas ininterrumpidas. Además, durante el recorrido su esposa lo visitó 27 veces en diferentes lugares del mundo.
Pedersen también es embajador de la Cruz Roja de Dinamarca, y se reunió con representantes del organismo internacional en 190 países.
Originalmente tenía previsto completar el viaje en cinco años, pero el tiempo (pandemia de por medio) fue casi el doble.
Buenos Aires y Mendoza
En el 2014, Pedersen estuvo en Sudamérica. Desde Santiago de Chile cruzó a Mendoza, su primera escala en Argentina. Aunque quería conocer el Aconcagua (es fanático de la escalada), sabía que eso dilataría mucho su estadía y decidió posponer el plan para otro momento de su vida.
Dijo que se trató de “una ciudad bonita”, con “bellos parques en el centro”. “El estilo de vida argentino amable y gentil combinado con grandes pedazos de carne, y el toque casual de guitarra y los bailarines en las calles crean una atmósfera fenomenal”, dijo tras su paso por la ciudad cuyana.
Luego tomó un colectivo hacia Buenos Aires, donde destacó lugares como el cementerio de la Recoleta y Puerto Madero.Dijo que, para comer con un bajo presupuesto, las empanadas se volvieron una buena opción.
Después siguió su viaje hacia Colonia, Uruguay, vía Buquebus.
Lecciones
"Afortunadamente descubrí que, si bien el mundo no es perfecto, la mayoría de las personas con las que compartimos este planeta son gente con buenas intenciones”, fue una de las conclusiones que Pedersen reflejó en su blog.
Así plasmó otro aprendizaje: "La política y la religión son importantes para algunos. Pero a menudo encuentro que estas cinco cosas son mucho más importantes: la familia, la comida, la música, los deportes y hablar sobre el clima. Cada país del mundo tiene derecho a ser visto como el mejor país del mundo en potencia".
