Nicolás tiene 23 años y desde hace seis se desempeña en distintos programas de TECHO Argentina. "Una de las cosas más lindas del voluntariado es que el aprendizaje es constante", dice.
Es uno de los 140 voluntarios de la AMIA que acompañan a personas en situación de aislamiento. Por la pandemia, el programa se reconvirtió para estar cerca con un gesto simple pero poderoso: la escucha. Dos veces por semana, unas 300 personas reciben un llamado de personas como Oscar. ¿De qué hablan? ¿Cuánto tiempo conversan? ¿Qué valor le dan al diálogo?
La abogada e integrante de la Fundación Pelota de Trapo asegura que desde el inicio de la pandemia las organizaciones fueron determinantes para llegar con ayuda a las comunidades más vulnerables. Y afirma que, como ocurre con el sector privado, las entidades también necesitan medidas estatales que las ayude a sostener su trabajo.
La cuarentena nos hizo valorar lo que tenemos y despertó gratitud: muchas personas entendieron que, aunque la situación los toca, pueden ayudar. Historias de voluntarios que, sensibilizados por la pandemia, buscan ser útiles.
Las ganas de ayudar y generar vínculos con la gente motivó a Sofía Pascual a dejar su carrera en Ciencia Política e irse a Haití. En esta conversación, nos cuenta qué espera aprender en su año en el país más pobre del hemisferio occidental.
