Violencia y bromas pesadas en el colegio: dos casos actualizan las preguntas en torno a un viejo problema
En un colegio de Zárate un niño le pegó una patada a un compañero que luego murió en el hospital. En El Palomar un alumno apuntó con un arma a un profesor. ¿Cuál es el límite entre la travesura y la violencia? ¿Son los padres o las escuelas los responsables? ¿Debe primar el castigo o la reparación del daño?