diversidad de especies archivos - RED/ACCIÓN

El área marina protegida "Agujero Azul" recibió media sanción: por qué es clave que este proyecto se vuelva ley

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto que busca crear el área marina protegida "Agujero Azul". Si bien falta su tratamiento en el Senado, la sanción de esta ley ayudaría a preservar la biodiversidad de la zona y recuperar vida marina.

Podés ver el video ? o leer la transcripción ?

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que busca crear el área marina protegida “Agujero Azul”.

¿Por qué es importante esto? 

El Agujero Azul está a 500 kilómetros del Golfo de San Jorge y tiene una superficie de 148 mil kilómetros cuadrados de lecho marino.

Esta zona alberga una gran cantidad de especies marinas y posee muchos nutrientes que sirven de alimento para especies como ballenas, lobos y elefantes marinos; y para aves como albatros y petreles.

Argentina tiene soberanía sobre una porción de este territorio, pero la parte oriental de esta zona está en aguas internacionales. Ahí ocurre la pesca ilegal

El método que usan es el de arrastre de fondo: consiste en usar redes gigantes con pesas sobre el lecho marino, recogiendo todo a su paso. Además de afectar el ecosistema marino, esta técnica produce mil millones de toneladas de carbono al año, lo que agrava el cambio climático. 

Si bien falta que pase por el Senado, la aprobación de este proyecto ayudará a proteger la biodiversidad de la zona y recuperar vida marina.

Podés leer este contenido gracias a cientos de lectores que con su apoyo mensual sostienen nuestro periodismo humano . Bancá un periodismo abierto, participativo y constructivo: sumate como miembro co-responsable.

Compartí este contenido

Un grupo de comunidades mapuche lleva adelante un proyecto de reforestación al que pueden aportar desde empresas hasta particulares

La Red de Viveros Nativos de Kurarewe Wiñolfe Anumka cultiva árboles en invernaderos y reforesta el bosque nativo en predios donde viven las familias. El proyecto nació en Curarrehue, Chile, de un grupo de emprendedores que ofrecía servicios al turismo, como una alternativa a la crisis en el rubro del turismo durante la pandemia. Ya cuenta con cuatro viveros familiares que albergan mil plantas nativas y sus primeras plantaciones en áreas que estaban deforestadas.