Para Fundéu, la Fundación del Español Urgente, posverdad se escribe sin t ni guion. Es preferible a la forma post-verdad como traducción de la palabra inglesa post-truth. Con el neologismo post-truth se denomina en inglés a lo ‘relativo a las circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos a la hora de modelar la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal’.
En noviembre, el programa Fundéu Argentina, realizó su Segundo Seminario Internacional en la ciudad de Rosario y tomó como eje tanto la posverdad, como los signos de este tiempo que marcan un cambio de paradigma en la forma de hacer periodismo. Ya sea en el chequeo de la información como así también en la publicación y distribución de la información.
«El periodismo y los medios iberoamericanos ante los signos de este tiempo» fue el título del seminario. Un espacio donde profesionales de la comunicación intercambiaron distintas visiones en torno a las experiencias significativas de medios y periodistas iberoamericanos en el marco de las oportunidades que ofrecen la digitalización en los procesos de producción. Procesos que están en tensión en un paisaje de urgencia mediática. La batalla por los clics, la carrera por el último momento, los rumores que circulan por WhatsApp y el gran dilema por la credibilidad en la era de la posverdad. ¿Una batalla perdida?
Gastón Roitberg, secretario de redacción multimedia de La Nación, Argentina; Eliezer Budasoff, director editorial de The New York Times en Español, Estados Unidos; Leila Guerriero, periodista y escritora argentina, integrante del Consejo Rector de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Colombia y Enric González, corresponsal en Argentina de El País, España; integraron un panel luego de la disertación del filósofo italiano Franco «Bifo» Berardi que se tituló «Tempesta di merda y la extinción del pensamiento crítico».
Explicar para sobrevivir
“El medio que mantenga el compromiso de ofrecer una explicación periódica del mundo va a sobrevivir bastante bien. La cuestión es cuántos medios sobrevivirán y en qué idiomas”, comenzó su disertación Enric González, periodista con 40 años de profesión, cronista de guerra, corresponsal en varios países del mundo, autor de varios libros entre ellos Historias de Nueva York y Memorias líquidas e hincha de Rosario Central por insistencia del escritor y dibujante Roberto Fontanarrosa. Mientras afuera los simpatizantes canallas celebraban la victoria frente a Newell’s, por Copa Argentina, el catalán abrió el panel sobre la legitimación de los medios en la era de la posverdad.
Haciendo una comparación entre los medios tradicionales y los digitales, González aseguró que “los tradicionales ofrecían tranquilidad, una cosmovisión de lo que ocurría en el mundo que se podía acotar en un espacio”. Y continuó: “Los medios tradicionales tenían una ventaja: eran de alguna forma maestros del pensamiento. Ahora lo tenemos todo de forma simultánea y continua”. Y en esa continuidad sin pausa, las informaciones virales contrastan con el sentido de las noticias. ¿Información versus emoción? “La información requiere un cierto tiempo de asignación. La emoción la captamos de forma inmediata”.
Desconfiar de la primera información
En tanto, Roitberg, recordó a un docente de la década del noventa. Una era donde en las redacciones habitaban las últimas máquinas de escribir antes de la llegada masiva de las computadoras y los procesadores de texto. El docente decía: “Un periodista que no desconfía de una primera información es como un cirujano que no encarga estudios antes de operar”. Y otras de las frases, fue: “Una fuente no alcanza, dos fuentes pueden entrar en contradicción, tres o más fuentes aportan certeza y nos acercan a la verdad”. Frases que, según Roitberg, “remiten a la época preinternet pero gozan aún de una enorme vigencia en la llamada era de la posverdad, donde los recortes de la realidad que se publican en los medios se ponen bajo la lupa y el rol de los periodistas se relativiza”.
Luego, Roitberg citó al doctor Fernando Ruiz, docente de la Universidad Austral y autor de Cazadores de Noticias: “Existen tres causas para la actual epidemia de noticias falsas: en primer lugar, la revolución en el sistema de medios tradicionales que provoca la desarticulación del régimen de verdad a partir de la veloz transformación digital; en segundo lugar, el crecimiento en el mundo de los regímenes políticos autoritarios y populistas, que fomentan la polarización y son un caldo de cultivo para las noticias falsas. Y por último, la actitud que toman las audiencias al tener una vocación por buscar información relacionada a sus creencias, metodología que tiende a desjerarquizar las noticias que las contradicen”.
“No trabajamos por impulso porque de nosotros también se espera que nos tomemos esos minutos para poner en marcha nuestro proceso de verificación” agregó Gastón Roitberg en relación al trabajo diario y reconoció que la proliferación de noticias falsas no es un fenómeno nuevo pero actualmente representa un tema espinoso para los medios y los periodistas”.
En el final, fue contundente y afirmó que la batalla contra las noticias falsas no está perdida. “Los medios tienen la oportunidad de reafirmar su lugar, refrendar su relevancia, pararse en la vereda de enfrente haciendo lo que mejor hacen: periodismo profesional de calidad, investigación profunda e incontrastable de los poderes de turno, chequeo y verificación de datos, y apertura de información pública para la toma de decisiones, entre otras tareas”.
No subestimar, no engañar
“La legitimación de los medios pasa hoy por una cuestión clave: no subestimar a los lectores y no dejar de lado nuestra sensibilidad como lectores al escribir y al editar. No se puede engañar al lector”, argumentó Eliezer Budasoff quien comenzó a trabajar a los 19 en Semanario Análisis de Entre Ríos, provincia donde nació y creció. Un detalle no menor en la hoja de ruta de Budasoff es que en 2011 ganó el premio Nuevas Plumas con La increíble historia de Nahuel Maciel, el periodista fabulador. Un perfil que narra las peripecias de un embaucador, un supuesto periodista mapuche que editó un libro apócrifo: Elogia de la utopía, una recopilación de conversaciones inventadas con Gabriel García Márquez.
Budasoff habló sobre la incapacidad de la empatía, que está relacionada con la disfunción narcotizante: “la gente recibe tanta información que lo único que esto puede generar es apatía”. Por otra parte, se refirió a cierta impunidad que poseen los usuarios a la hora de comentar en las notas: “nunca me había pasado en toda mi experiencia como periodista y como escritor encontrarme con tanta gente discutiendo los hechos como si fueran opiniones”.
“Decidimos simplemente formar nuestra audiencia, cuidar al lector, seguir trabajando mucho el equilibrio en la reportería”, destacó en torno a la labor que llevan adelante desde The New York Times en Español. En declaraciones al Diario Uno de Santa Fe, el entrerriano dejó algunas claves sobre cómo sobrevivir en esta era de falsedades agigantadas en volumen: “Más allá de las noticias falsas, está claro que todos compartimos cierto diagnóstico de la crisis de la industria. Lo que me ha sorprendido bien es que también todos compartimos de alguna manera este diagnóstico acerca de que de la crisis del periodismo se sale con buen periodismo”.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Por último, Leila Guerriero tomó un par de hojas y decidió leer. Las 400 personas que participaron del acto de apertura del Segundo Seminario de Fundéu Argentina siguieron en silencio un texto que en la voz de la cronista ganadora del Premio García Márquez de periodismo, fue conmovedor. ez de periodismo, fue conmovedor.
La cronista argentina se refirió al “negocio de la indignación” y citó el comentario de un usuario en la revista digital Anfibia: “¿Qué carajo se creen que son los periodistas? Trump tiene razón, no son más que una manga de mercenarios a sueldo de grupos de poder, salvo algunas excepciones (...) A los periodistas les digo: ¡váyanse a la puta que los parió!”. El comentario fue el disparador para realizar una serie de preguntas sobre el rol de los periodistas: “¿Cómo fue que llegamos hasta aquí? ¿No había cierto consenso acerca de que el trabajo de gente como Rodolfo Walsh (el periodista argentino que publicó en 1956 Operación Masacre, una investigación que echó luz sobre el fusilamiento de doce civiles por parte de la dictadura de entonces) era necesario? ¿No eran un emblema del oficio Bob Woodward y Carl Bernstein, reporteros del Washington Post que revelaron el escándalo cuya consecuencia fue la dimisión de Richard Nixon? ¿No solíamos celebrar el Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez, que develó que un buque militar colombiano había naufragado no por causa de una tormenta, como decía la versión oficial, sino debido a su carga, que consistía en mercancía de contrabando?”.
“No es lo mismo contar que no contar, ni contar bien que contar de cualquier manera”, prosiguió Guerriero para finalizar sosteniendo que los tiempos son difíciles para el periodismo. “Ojalá ahora podamos dar batalla con nuestras armas más nobles”, concluyó.
El trabajo de Fundéu Argentina
Fundéu Argentina es un programa de la Fundación Instituto Internacional de la Lengua Española (FIILE) con sede en Rosario, en convenio con la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) de España. Tiene como principal objetivo impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de Argentina contribuyendo a cuidar la lengua, un valioso patrimonio cultural e histórico. El 9 de noviembre cumplió su primer año de trabajo.
La FIILE fue creada por la iniciativa conjunta de tres instituciones públicas y una privada de la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe. Tiene como objeto contribuir al estudio y la difusión de la lengua española y a su enseñanza como lengua extranjera. Sus socios fundadores son el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, la Municipalidad de Rosario, la Universidad Nacional de Rosario y la Bolsa de Comercio de Rosario.
Desde el programa se publican periódicamente recomendaciones lingüísticas a partir del análisis de las noticias que aparecen en los medios de comunicación. Desde el lanzamiento ya se publicaron alrededor de 200 recomendaciones y unas 200 consultas.
Aquí, una lista con las recomendaciones más leídas.
Aborto e interrupción voluntaria del embarazo: claves para una buena redacción
En el marco de los debates en ambas cámaras, las claves sobre el aborto e interrupción voluntaria del embarazo ocupan el primer puesto en materia de consultas en la web.
Sororidad: El término sororidad es válido para aludir, en el movimiento feminista, a la relación de solidaridad entre mujeres.
La coyuntura: También se ha seguido de cerca los movimientos de la economía, con las siguientes claves:
préstamo contingente, mejor que stand-by loan
Anglicismos y nuevas prácticas:
Dos ejemplos en los que se trabaja y que tuvieron excelente repercusión fueron touch and go y growler, en donde varios medios de comunicación en vísperas a San Patricio, utilizaron nuestra recomendación en español.
sexo casual, mejor que touch and go
botellón (de cerveza), mejor que growler
Las noticias tecnológicas
Entre las noticias tecnológicas, la validación del neologismo arrobar, fue la de mayor repercusión. Incluso, desde Fundéu de España también la publicaron en su sitio como curiosidad, ya que allí no se utiliza el neologismo
Una reco curiosa
Choripán, con tilde es una especie de sello. Una recomendación bien argentina. Sorprendentemente en varios medios de comunicación la suelen escribir sin tilde.