¡Buenas tardes! Estamos en vísperas de una nueva jornada de elecciones. Y queremos reivindicar el rol que cumplen aquellas organizaciones no gubernamentales y asociaciones que nos permiten ejercer nuestro voto en forma más responsable.
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Cuando en 1983, tras varios años difíciles para el país, se acercaba el momento de la votación y volvía la democracia, apareció una institución muy seria, muy elaborada, muy profunda, básicamente constituida por mujeres. Se llamó Conciencia. Era un intento fantástico de formar a las casi 30 millones de personas que habitábamos Argentina en ese momento y que habíamos perdido el ejercicio de, ni más ni menos, votar. De ir esos domingos maravillosos de participación a hacer colas, y sentir que uno formaba parte de un pueblo, un país y una nación. Es increíble, pero la aparición de Conciencia era necesaria: había que recordar qué era un Congreso, qué rol tenían diputados y senadores, cómo funcionaba el sistema D'Hondt.
Aparece, entonces, una organización de la sociedad civil, de una manera maravillosa, para reeducar a la poblacion en el ejercicio del voto que había sido interrumpido por años.
Más acá en el tiempo también hay organizaciones que trabajan en la misma línea. Como CIPPEC, que por años ha realizado una labor sostenida sobre participación cívica. Y podemos citar muchas experiencias, varias a nivel local. En municipios, de organizaciones, a veces del propio municipio, a veces de parroquias, organizaciones religiosas o scouts, u organizaciones del mundo de la política, pero desde la sociedad civil, que buscan presentar los candidatos locales a la sociedad.
Hay un puente, un intento permanente de cruzar a ciudadanas y ciudadanos con quienes deciden, admirablemente, ir por un cargo político, entendido, sobre todo, para servir a la comunidad.
Queríamos aplaudir las organizaciones que intentan que la comunidad, todos nosotros, que estamos en nuestras cosas, con nuestros tiempos, que tenemos un montón de excusas para no participar de la política tradicional. Y excusas con mucho fundamento. El intento de prestar más atención, de empaparnos más de una lista de candidatos, de saber qué piensan. Es un tiempo que debemos tomarnos y estas instituciones hacen un esfuerzo enorme para que prestemos atención a la política. Sobre todo en momentos en que, afortunadamente, tenemos que ejercer el voto.
Muchas veces hay una fantástica alianza ente la política y las organizaciones. Sobre todo, estas últimas como proveedoras de temas. Así, han aportado al tratamiento de iniciativas en distintas áreas: celiaquía, leyes para tratar el hambre más urgente, medicamentos para enfermedades raras como la fibrosis quística, el cuidado del ambiente, los trasplantes, la donación de sangre. Porque estas organizaciones están cerca de la gente. Y se constituyen en un puente importantísimo entre la política y la ciudadanía.
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A propósito, un filósofo dijo: “No se puede dejar la política solamente en las manos de los políticos”. Y, con la reivindicación absoluta de la política y de quienes la practican (a quienes admiramos por su compromiso), es verdad que millones de ciudadanos a menudo no nos involucramos lo suficiente. Solo pensamos en lo cívico a días de la elección o en el momento de votar. Falta reflexionar, pensar, qué puede aportar la ciudadanía a la política tradicional.
Es posible que desde el lado ciudadano siempre haya que dar un poco más. La cultura solidaria que siempre reivindicamos y aplaudimos es para un instante. Dar comida, un abrigo, o un abrazo a alguien que está solo, libros para una biblioteca, útiles para una escuela. Todo eso es magnífico, pero la solidaridad está esperando que llegue la Política (así, con mayúsculas). Que la política general, local, nacional, haga innecesaria la práctica de la solidaridad. Que no haya que entregar libros, porque todos lo tienen. Hace falta de la política para que la solidaridad no tenga que pensar permanentemente en proveer alimentos a los comedores o abrigo para quienes tienen frío.
La solidaridad espera la llegada de la Política en la vida cotidiana.
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Cuatro preguntas a Martín Ferreyra [Por David Flier]. Martín es fundador y director ejecutivo de la SonRisas, una asociación civil que centra su acción en niños en situación de riesgo que enfrentan las consecuencias de la pobreza y la exclusión. Y también uno de los coordinadores de la Red de Organizaciones de Esteban Echeverría, que agrupa a 85 organizaciones del municipio. La red llevó adelante recientemente un ciclo de entrevistas a candidatos de los seis espacios políticos que competirán el domingo por un lugar en el Concejo Deliberante en ese partido bonaerense.
—¿Qué representa para un municipio que los ciudadanos puedan acceder a este tipo de entrevistas que son gestionadas desde organizaciones de la sociedad civil?
—Desde el minuto cero con la red perseguimos tres objetivos: fortalecernos como organizaciones, visibilizar las problemáticas y tener incidencia en la agenda pública. No somos una red partidaria políticamente. Trabajamos en forma directa con las personas que más necesitan del Estado. Pero encontramos que no hay información accesible, que la que hay no se entiende. En esa línea surgió la idea de garantizar el acceso a la información, la idea de fortalecer la democracia local y armar algo que no sea como las entrevistas de la tele ni un cartel en la vía publica. A esos espacios llegan pocos candidatos a nivel local, porque tienen plata o hacen alianzas. Y por ahí hay otros candidatos con iniciativas que nunca les llegás a escuchar la voz. Pensamos en hacer algo que no sea un espacio de chicanas políticas, que no nos vengan a decir lo que nos quieren decir sin nada concreto. Así armamos un ciclo abierto, en el cual los candidatos responden preguntas que consensuamos previamente en una asamblea, y luego tienen espacio para otros comentarios.
—¿Qué balance hacen de las entrevistas? ¿Pudieron verse las propuestas de los candidatos en relación a la agenda social?
—El ciclo estuvo bárbaro Nos permitió escuchar a los candidatos desde otro lugar, escuchar información concreta sobre cosas. La experiencia fue recontrapositiva. Fue la primera vez y fue un gran aprendizaje. En dos años vamos a volver a hacerlo con esto instalado, ya preparándolo desde ahora. También es positivo que las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con sectores más vulnerables introduzcan el debate político desde otro lugar, no desde salir a buscar un subsidio, sino desde el valor de la democracia. En nuestros debates nos habíamos dado cuenta de que hay desigualdades en la distribución del poder. No busco demonizar la política, pero luchamos para mejorar el sistema. Creemos que, además de carencias materiales, hoy los ciudadanos sufren carencias de información y representatividad.
—¿Creen que esto es replicable en otros municipios o a nivel de provincias?
—Creo que es replicable y que debe replicarse. Tenemos que acercarle a la gente la posibilidad de evaluar a sus representantes. Es algo recontraimportante. Que los ciudadanos de a pie que necesitan del Estado puedan empezar a tener poder sobre sus decisiones y herramientas para elegirlos. La gente, si les damos las herramientas, va a elegir a conciencia. Tengo una esperanza superrenovada de que esto tiene un poder de transformación enorme al que debemos apuntar como organizaciones sin descuidar lo que hacemos cotidianamente. No debemos dejar de involucrarnos en acciones que fortalezcan la democracia y las herramientas para las personas
—¿Qué otras maneras proyectan para que las organizaciones de la sociedad civil puedan tener un rol activo en los procesos democráticos y en la toma de decisiones?
—Estamos haciendo fuerza para que se implementen mecanismos de gobierno abierto, de presupuestos participativo, que se transmitan en vivo las sesiones del Consejo Deliberante. Que la gente pueda ver qué pasa en los debates. También creemos importante que en nuestras asambleas se toquen temas de agenda, y para ganar escala sirve que las organizaciones trabajemos como red.
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La charla con Martín deja clara una cosa: las organizaciones de la sociedad civil tienen mucho que aportar al proceso democrático. Y ahora te compartimos otra muestra de ello: MeRepresenta.
Se trata de una iniciativa desarrollada por Democracia en Red, de la que participaron varias organizaciones de la sociedad civil (a las que se unió RED/ACCIÓN), y que apunta a que quienes vamos a votar el domingo tengamos acceso de forma sencilla y clara a las propuestas de los candidatos.
“Las elecciones no son concursos de popularidad, se tratan de dar responsabilidades. Para elegir algo tan importante son indispensables los detalles personales de las y los candidatxs, pero también es necesario que sus propuestas sean conocidas y que puedan ser discutidas”, explica el sitio.
- Podés navegarlo —y conocer las propuestas— acá.
- En la misma línea, otra herramienta que puede resultarte útil para conocer propuestas de candidatos es Yo Voto Informado, una aplicación interactiva que tiene el objetivo de promover al electorado informado en los procesos electorales en cada país de América Latina. Podés acceder acá.
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Además de las elecciones, hay otro tema de la agenda de estos días que queremos destacar: la lucha para mitigar los efectos del cambio climático. La COP26, la cumbre climática más importante del mundo, ya está en su segunda semana y desde RED/ACCIÓN contamos a diario las novedades de lo que ocurre en Glasgow (como en este diario de la COP26 que actualiza a diario desde Glasgow Tais Gadea Lara).
¿Por qué nos importa la COP26? Porque la acción climática nos compete a todos. Todos tenemos la misma casa, habitamos el mismo planeta. Y es necesaria que cada persona, desde quienes toman las decisiones gubernamentales a quienes aprendemos maneras de cuidar el planeta, lo cuidemos.
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En RED/ACCIÓN nos impulsa una idea: hacer un periodismo que no solo cuente el mundo, sino que también ayude a cambiarlo. Por eso nos encanta mostrar iniciativas que oxigenan. Pero también nos alegramos mucho al ver cómo las causas en las que ponemos un granito de arena para ayudar a visibilizarlas toman lugar y, sobre todo, tienen un impacto positivo en la sociedad.
El lunes pasado hablamos de la pasión y vocación de una docente, Agustina Gonda, quien subió un video en Instagram para desafiar a estudiantes que no habían vuelvo a clases tras el retorno de la presencialidad a que regresen a la escuela. Necesitaba 20.000 likes.
Dos días después, Agustina superaba con holgura esa cifra, en el mismo momento en el cual su movida llegaba a la televisión (estuvo en Telefé).
“Esto se va a redoblar, porque acá no me voy a quedar”, dijo en una historia de Instagram, donde agradeció. ??????
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Y como en OXÍGENO hablamos de movidas que buscan mejorar la vida de las personas, antes de despedirnos, te dejo dos hechos de los últimos días que van por ese lado.
Uno tiene que ver con Omar, un chico de 13 años que, en 2020, de la nada, tuvo una complicación hepática y requirió un trasplante urgente para salvar su vida. Su historia tuvo un final feliz, que contamos en su momento en OXÍGENO.
La semana pasada se cumplió un año del trasplante, y mediante un video Omar agradeció a la familia donante y a todos los que apoyaron a su propia familia durante los días difíciles de angustia en noviembre del año pasado. “Donar órganos salva vidas”, recuerda Omar en el video. Y verlo frente a la cámara es una muestra cabal de ello.
El otro hecho que quería comentarte tiene que ver con Lolo, el niño que tiene una enfermedad degenerativa y necesita un medicamento que cuesta nada menos que 2.125.000 de dólares. Una cifra que parece enorme. Pero, mediante la solidaridad de tantos que participan de la campaña Todos por Lolo, su familia juntó la mitad de lo necesario. ¡Y el Estado y la obra social se comprometieron a pagar el resto del tratamiento! "Gracias por hacer posible este sueño", dijo su mamá en Instagram.
Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Un gran abrazo.
Juan