El apoyo de los ciudadanos de la región al sistema democrático cayó al 48%, el peor indicador desde el 2001. El apoyo también bajó en Argentina, pero la última encuesta de Latinbarómetro, un prestigioso sondeo que desde hace 23 años registra las percepciones políticas de la población, muestra que estamos entre los países de la región donde sigue siendo un sistema de gobierno que una amplia mayoría sigue prefiriendo.
En el mundo hay retrocesos de la libertad, la justicia y la equidad en pueblos que habían logrado avanzar en ello y América Latina no es una excepción, pero en Argentina, que experimenta una crisis económica, la gente sigue creyendo en las urnas como la mejor forma de decidir cómo gobernarnos. Estos 4 gráficos ilustran el estado de salud de la democracia en la Argentina.
El sondeo de Latinbarómetro muestra que en la región el apoyo a la democracia cayó cinco puntos este año. En 2010, el índice de apoyo democrático alcanzó su valor más alto con el 61%, pero desde entonces los gráficos muestran una curva descendente, no abrupta pero sí constante. En ocho países de la región la mayoría de la ciudadanía no considera que la democracia sea preferible a otras formas de gobierno.
Pero las cifras muestran que el 59% de los argentinos cree que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno. Es una apoyo 9 puntos menor al de 2017, pero en la región solo en Venezuela, Costa Rica y Uruguay hay un respaldo mayor.
Con respecto al nivel de satisfacción con la democracia, también viene cayendo de manera constante en la región, de un 44% en 2008 hasta un 24% en 2018. En ningún país de América Latina hay una mayoría satisfecha, sólo en tres países este resultado se acerca a tener uno de cada dos ciudadanos satisfechos: Uruguay con 47%, Costa Rica con 45% y Chile con 42%.
En la Argentina, que experimenta una crisis económica, disminuye de 38% a 27% en el mismo período. Es una baja dramática, pero cifra lo pone entre los cinco países de la región más satisfechos.
El apoyo a la democracia no esconde que los argentinos no sean realistas: el país con la menor expectativa económica futura es Argentina con 33%. Y el 59% dice que la situación económica actual es "mala" o "muy mala".
El informe concluye que la legitimidad del sistema democrático se resiente cuando los ciudadanos perciben que este sirve para resolver los problemas de los ciudadanos. Afirma que en numerosos países latinoamericanos “existen motivos más que sobrados para percibir las carencias de dicho sistema”. La corrupción sigue siendo un grave problema. Y sumado a la desigualdad económica y social, genera polarización política.
El sondeo muestra que los pueblos de América Latina quieren prosperidad y desarrollo, pero no hay evidencia de una demanda de autoritarismo, aunque si hay evidencia de que quieren orden y ausencia de violencia.
Los autores del estudio dicen que quienes interpretan la demanda de mano dura como una demanda de autoritarismo contra la violencia, “le están regalando el camino a la derecha radical que está separada por una línea muy fina del autoritarismo”.