La fuga de datos sensibles de clientes podría tener un impacto reputacional irremediable. Las empresas que mejor entienden el riesgo de los ciberataques, más se preparan para protegerse. Un mundo en el que los profesionales de las PR tienen mucho que decir.
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Ciberseguridad. Parece una película de ciencia ficción. El Washington Post informa que a Putin lo cercan los ciberataques: hackers de todo el mundo dedican parte de su tiempo libre a identificar grietas en los sistemas de seguridad cibernética rusos. Hasta ahora, que se sepa, lograron entrar en bases de datos del ejército y de los servicios de inteligencia. Juran que no tienen financiamiento de ningún gobierno y que sólo los motiva la convicción de que complicarle la vida al responsable de la invasión a Ucrania “is the right thing to do”. Solo falta que canten el Bella Ciao después de cada hackeo exitoso para que Hollywood les rinda los honores reservados para los héroes.
En paralelo, avanza una realidad no tan romántica. Aprovechando el revuelo, en Rusia, cientos delincuentes informáticos comunes intentan vulnerar las barreras de seguridad de los bancos para quedarse con rublos de los ciudadanos de a pie, que no necesariamente simpatizan con Putin. Y en el resto del mundo, el escudo protector del sistema bancario rechaza cada día millones de intentos de hackeo. Lo mismo sucede con las Fintech, los medios de pago, las tarjetas de crédito y otras empresas tecnológicas que intentan proteger, como pueden, la información sensible de sus clientes. La voracidad de los hackers no descansa.
El tema tiene dimensiones comunicacionales y de asuntos públicos que conviene tener en cuenta:
- Preocupación. La gente común teme los ciberataques en un porcentaje sorprendentemente alto. La última edición del Edelman Trust Barometer lo pone en evidencia: 71% de la población tiene miedo a los estragos que pueden hacer los hackers, sólo superado por temor a perder el trabajo (85%) y al cambio climático (75%). Detrás vienen el temor a perder las libertadas ciudadanas y a sufrir algún tipo de discriminación. Esos niveles de preocupación encienden alarmas: los clientes podrían hacer arder Troya si una compañía pareciera negligente en la protección de sus datos.
- Memoria corta. La preocupación de los usuarios por los hackeos no es teórica: muchos padecieron en carne propia algún tipo de fraude informático, a veces como producto de alguna imprudencia propia. Pasado el susto, con frecuencia vuelven flexibilizarse. Es el síndrome de Dory, la amiga de Nemo. Las empresas insisten con sus campañas de concientización a empleados y clientes con la esperanza de que la gota horada la piedra. Paciencia.
- Expertos. Existe una comunidad de hackers que juegan a vulnerar las barreras de seguridad informática de las Fintech. En general, primero le advierten a la propia compañía en privado, y después pasan al ámbito público si no encuentran respuesta. Imposible conocer el blend exacto de la jugada: algo de genuinos defensores del consumidor, algo de ego y algo de reclamo para que contraten sus servicios de expertos en ciberseguridad. El bombero pirómano que inicia el incendio para que lo llamen a apagarlo.
- Regulación. Sobre todo después de la crisis de 2008, sobran semáforos para reducir el riesgo financiero de los bancos. En el ámbito de la ciberseguridad, en cambio, los gobiernos, casi siempre, optan por un laissez faire indolente. Muchos de los grandes bancos y otras compañías globales invierten fortunas para blindarse. Las startups, en general, bastante menos. Y se les nota. Enorme oportunidad para el lobby proactivo, antes de que una regulación hostil complique los negocios.
Verla venir. La gente mira con preocupación los ciberataques, del tipo que sean, mientras los hackers juegan con fuego. O simplemente avisan que hay un foco de incendio. Las empresas miran de reojo: una fuga de datos puede acabar con la confianza de los clientes para siempre. Y sería el fin. Es tiempo de expertos en reputación y lobby sentados en la mesa de los grandes.
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Tres preguntas a Alejandra Martínez. Con una amplia trayectoria profesional como periodista y comunicadora, es Directora de Comunicaciones de Enel Argentina. Fue nombrada la semana pasada Presidenta del Círculo DIRCOMS de Argentina.
¿Cuáles son los dos o tres temas en los que te gustaría enfocarte en tu gestión como presidenta del Círculo DIRCOMS?
Seguir tendiendo redes y haciendo crecer esta comunidad en la que se convirtió el Círculo. Seguir trabajando fuerte en el posicionamiento que logró DIRCOMS y darle una vuelta internacional. Creo que tenemos muchos socios con posiciones regionales, y otros que pertenecen a empresas internacionales con presencia en varios países. Por eso me parece importante realizar alianzas con otras instituciones a nivel global que nos ayuden a operar en los distintos escenarios.
El seguir de cerca las tendencias y todo lo que nos aportan los datos y la inteligencia artificial tienen que tener un capítulo en nuestra gestión, el mundo de la comunicación cambió, nuestros interlocutores y nuestros públicos también cambiaron. Tenemos que poder liderar esta transformación
Por esta razón, la capacitación es un tema que tendrá un espacio relevante, ya que todo el tiempo surgen nuevas necesidades, y sobre todo se requieren de nuevas skills. Esto hace que permanentemente tengamos que estar incorporando nuevos conocimientos para poder abordar las nuevas tendencias.
Este será un año importante también, porque se cumplen los 20 años del Círculo, así que tenemos por delante la realización de una serie de actividades que espero terminen con la presentación de un libro que refleje no solo nuestra historia sino fundamentalmente nuestra visión y nuestro propósito de cara al futuro. Pero tratando de estar muy presentes y atentos, sobre todo, a aquello que es de interés para los socios.
- ¿Cuál te parece que es el principal aporte que hacen los profesionales de la comunicación a las empresas en las que trabajan?
Sin dudas que le agregan valor y en los últimos años se ha convertido en un rol clave. Creo que ayudamos a que sean más empáticas, escuchando a sus distintos stackeholders. Antes, la reputación de la compañía y de atender a la prensa, eran las tareas fundamentales. Hoy, el Dircom está sentado en la mesa chica donde se toman las decisiones. No sólo asiste a todas las áreas de una compañía, sino que mide los riesgos, analiza las audiencias, direcciona las acciones y tiene una responsabilidad clave en el manejo de crisis.
- ¿Cuál crees que puede ser el aporte del Círculo DIRCOMS y de los profesionales de la comunicación en general a la sociedad?
Una de las cosas importantes es que velamos por la transparencia de las empresas y hemos asumido en muchos casos el rol de compliance. En sociedades con un profundo descreimiento y donde la corrupción está instalada en la primera plana, ayudamos a reconstruir la confianza. Además, trabajamos para instalar en la sociedad temas clave como diversidad, igualdad de género y cambio climático, con eje en la sostenibilidad.
Para acceder a la entrevista completa a Alejandra Martínez podés hacer clic acá.
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Libertad de prensa. El 3 de mayo se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Este artículo de Norberto Frigerio resume los desafíos más importantes que enfrenta la prensa libre en estos tiempos. En la guerra de Ucrania se constató ya que son 21 los periodistas muertos, 9 heridos y 15 desaparecidos o secuestrados. Y se contaron 243 ataques contra instalaciones de medios de comunicación.
En América, según la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en los últimos seis meses aumentaron los ataques a los medios de comunicación, y los encarcelamientos, exilios forzados, secuestros y torturas a periodistas. Ya son 15 los que murieron en México, Haití, Guatemala y Honduras. Defender la prensa libre es defender el derecho a pensar de cualquier ciudadano. Todo lo que se haga para proteger ese ámbito sagrado resultará poco.
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Academia. La libertad de expresión es uno de los derechos constitucionales más apreciados en las democracias liberales. Este artículo analiza si este derecho debe protegerse más, o de manera diferente, que otros no relacionados con el habla. Interminable debate, sobre todo cuando el derecho a decir cualquier cosa que se piensa parece colisionar con otros derechos reconocidos últimamente en la mayoría de las democracias liberales, como los relacionados con la identidad de género. Se enfrentan liberales, críticos moderados y críticos radicales del liberalismo, y el resultado es paradójico: los que defienden las restricciones de expresión, lo hacen invocando los mismos valores defendidos por los liberales: autonomía, dignidad e igualdad. Aun los que se enfrentan al liberalismo, de alguna manera terminan siéndolo.
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Oportunidades laborales
- Google abrió la posición de Government Affairs and Public Policy Manager, Emerging Markets. LINK.
- Syngenta mantiene abierta la búsqueda de Media Relations Lead LAS. LINK.
- El BID busca International Gender and Diversity Specialist. LINK.
Hasta acá llegamos esta semana. Todas tus ideas, propuestas o consultas son bienvenidas. Podés escribirme a comms@redaccion.com.ar
¡Hasta el miércoles que viene!
Juan
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* El contenido de Comms no necesariamente representa la posición institucional del Círculo DirComs. El Círculo de Directivos de Comunicación (DirComs) es una asociación civil que busca promover el intercambio de conocimiento y experiencias entre los máximos responsables de comunicación corporativa, relaciones institucionales, asuntos públicos y gubernamentales de las principales empresas del país. *