Juicio a CFK: a quién le habla cada político - RED/ACCIÓN

Juicio a CFK: a quién le habla cada político

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El juicio a Cristina Kirchner saca al gobierno del “modo ajuste” que lo tenía políticamente paralizado y lo lanza a una fase combativa que une a todo el peronismo. La ciudadanía mira, azorada, un espectáculo con final abierto en el que cada político le habla a su público.

Juicio a CFK: a quién le habla cada político

El juicio a Cristina Kirchner saca al gobierno del “modo ajuste” que lo tenía políticamente paralizado y lo lanza a una fase combativa que une a todo el peronismo. La ciudadanía mira, azorada, un espectáculo con final abierto en el que cada político le habla a su público.

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Intervención: Julieta de la Cal

Tensión. Cristina Kirchner se lanza contra el “partido judicial” que la hostiga con una sentencia condenatoria que supone amañada y ya escrita. La militancia K ruge en las calles y las redes sociales: “si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”. Alberto Fernández, con torpeza de amateur, echa nafta al fuego y se entrampa en comparaciones entre Nisman y Luciani. En la otra trinchera, la oposición no encuentra un discurso unificado: paz social, diálogo y moderación, por un lado, y firmeza para limpiar las calles de manifestantes con las fuerzas de seguridad por el otro: las palomas con la zanja de Alsina y los halcones con la campaña del desierto de Roca.

Cada quien elige su estilo y sus medios: CFK, histriónica y frontal, oscilando entre el enojo y la victimización desde su despacho del Senado o la tarima improvisada de Juncal y Uruguay. El presidente, olvidado de su investidura, improvisando en la televisión frente a Bonelli y Alfaro y tuiteando como si la separación de poderes fuera optativa. La oposición, dispersa: Rodríguez Larreta, con séquito, desde una tarima. Otros, por Twitter, la radio o alguna intervención televisiva. Nadie lo dice abiertamente, pero una verdad flota en el ambiente: el juicio contra Cristina adelantó el calendario. La campaña electoral ya está lanzada.

El cruce de gestos y declaraciones de los distintos actores políticos puede generar confusión. Un posible enfoque que aporta claridad es intentar entender a quién le habla cada uno:

  • Cristina Kirchner. Hábil, entiende que si se aísla con el pequeño grupo de seguidores más fieles, se debilita. Por eso busca subir en el bote a todo aquel que tenga ADN justicialista: me atacan porque quieren proscribir al peronismo, dice. Soy Evita. Gobernadores y dirigentes varios, aun los moderados, pisan el palito y salen a defenderla. Le hablan al militante peronista que necesita un relato exculpatorio. Massa, por su cuenta, intenta hablarles al FMI y al mercado: finge que nada sucede y escribe un guión para contar en Washington que la Argentina está mal pero va bien.
  • Alberto Fernández. Sin variaciones: como lo hizo desde que empezó su mandato, el presidente no disimula sus esfuerzos por congraciarse con Cristina. Le habla sólo a ella. Cuestiones psicológicas aparte, su actitud tiene una explicación política: debilitado como está, no puede permitirse el hostigamiento explícito de la facción más combativa de su propia coalición de gobierno. Con Cristina hasta la muerte.
  • Horacio Rodríguez Larreta. Le habla al alsinista: el republicano moderado que preferiría que no hubiera más grieta. Así alinea detrás de él a las palomas del PRO y a buena parte del radicalismo y la Coalición Cívica. Cada vez que lo hace, desilusiona a los halcones roquistas que esperan una mayor firmeza. Sus asesores miran las encuestas y escudriñan las cualitativas: nadie sabe todavía con certeza si esa estrategia termina en la presidencia o en el triste destino de los tibios.
  • Facundo Manes. Un Larreta potenciado: el discurso de la no-grieta llevado al extremo. Le habla al independiente, al radical que no digiere todavía la alianza con el PRO, al idealista que aspira a que un no-político lidere el paso al siglo XXI, que no termina de llegar a la Argentina. Por ahora, un nicho menor. El tiempo dirá si Manes, asistido por las neurociencias, veía algo que los demás no o si simplemente se equivocaba.
  • Patricia Bullrich. Julio Argentino Roca: respaldo incondicional a las fuerzas de seguridad, firmeza, no pasarán. Les habla a los indignados. “Son ellos o nosotros”, como sintetiza López Murphy en un tweet. Halcones que piensan que a Macri le faltó tiempo y quizá decisión. Con la ayuda inestimable de Cristina Kirchner, las encuestas por ahora la miman, con una imagen positiva ascendente. Larreta y Macri no le sacan los ojos de encima.
  • Javier Milei. Mira otro canal: su cuenta de Twitter sigue con la agenda económica, ataca al PRO y muestra encuestas que lo colocan segundo, detrás de Juntos por el Cambio. La corrupción de CFK sólo aparece en el contexto de una entrevista en la que se la dejan servida. Raro: se posicionó criticando a la “casta política”, y ahora que se la dejan picando, no patea al arco. No está claro a quién le habla.

Hoy la política reacciona a un proceso judicial que no deja indiferente a nadie. El peronismo oscila entre el alivio porque se habla menos del ajuste y el terror porque la corrupción se convierte en el tema principal. Mientras, la oposición reproduce las estrategias de Alsina y de Roca sin saber qué le conviene más. Y todos saben que, en política, la diferenciación lo es todo: dime lo que amas (y también lo que odias), y te diré si estoy dispuesto a votarte.

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Foto: Télam.

Tres preguntas a Manuel Castells. Es un sociólogo, autor de varios libros y profesor universitario español, ministro de Universidades del Gobierno de España entre enero de 2020 y diciembre de 2021.

  • ¿Por qué es tan relevante la crisis de la democracia liberal?
    La crisis de la democracia liberal es particularmente importante porque es parte de una crisis profunda, multidimensional. El cambio climático pone en peligro nuestra vida como especie en el planeta. Hay crisis recurrentes de los mercados financieros globales que afectan las economías macro y micro de todo el mundo. Hay una crisis en torno al crecimiento extraordinario de la desigualdad social, ligado a esta forma de capitalismo particular que vivimos ahora. Hay una crisis en la mayoría de los países de la reducción de la cobertura social y del estado de bienestar, que es fundamental precisamente para corregir las desigualdades. Esto aumentó mucho la insatisfacción de las personas: la juventud es mucho más educada que antes, pero tras largos años de esfuerzo, se encuentran con que no tienen trabajo, o que se tienen que ocupar de sus padres y abuelos. Pero la peor crisis es la de la gestión de la crisis, porque si no hay instrumentos políticos e institucionales en los que confíe la gente.
  • ¿Por qué es grave que la democracia liberal esté en crisis?
    Porque, como decía Churchill, es la “peor forma de gobierno, excepto todas las demás conocidas”. Hoy no funciona. Cualquier sistema de gobierno puede persistir si persiste al menos en la mente de los ciudadanos. Si ellos piensan que no los representa, que es una pantomima, no existe. Hay datos empíricos que avalan esto que digo. Pueden verlos en los links de acceso gratuito asociados a mi libro “Ruptura”. Hay una crisis de legitimidad política porque la mayoría de los ciudadanos en el mundo (entre el 60 y el 80 por ciento, según el país) piensa que los partidos políticos no los representan, ni los gobiernos salidos de esos partidos, ni los parlamentos, ni las instituciones financiaras, ni el poder judicial, ni los medios de comunicación. Ahora pasa eso también con instituciones que gozaban de cierto prestigio, como la Iglesia Católica. Según la encuesta del PNUD, de Naciones Unidas, el 83% de los ciudadanos latinoamericanos no confían en ningún partido político.
  • ¿Qué efectos concretos tiene este escepticismo?
    Esto tiene efectos institucionales: por ejemplo en los Estados Unidos, una persona como Trump, culturalmente ignorante, clasista, xenófobo, homófobo, nacionalista a ultranza, sin sensibilidad social, es elegida presidente de manera democrática. Trump ganó contra los demócratas y los republicanos. Llega al poder azuzando el nacionalismo: tenemos que liberar al país de los mexicanos, porque son todos violadores y asesinos. El Brexit, en el Reino Unido, lo impuso una coalición contra todos los partidos políticos, las élites económicas y los medios de comunicación. Es el principio de una descomposición de la Unión Europea, que podría agravarse. En América Latina, el fenómeno más claro es Bolsonaro. Son sólo ejemplos, pero sirven para entender que no se trata sólo de encuestas de opinión: con velocidad creciente, se ha traducido en la descomposición de los sistemas de representación democrática en casi todo el mundo.

Las tres preguntas a Manuel Castells se tomaron de la conferencia “La crisis global de la democracia liberal” dada en Valparaíso en 2019. Para acceder a su versión completa, podés hacer clic acá.

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Media relations. Las redes sociales, el uso inteligente de los algoritmos, las estrategias de influencers forman parte desde hace tiempo de la vida diaria de cualquier profesional de la comunicación. Sin embargo, la vieja práctica de las relaciones con los medios sigue vigente (con sus adaptaciones). Este artículo de Maria De Varenne, que se pasó 35 años en diversas redacciones, sintetiza 6 tips para tener en cuenta: saber con claridad el resultado que se busca; leer, escuchar y mirar más para entender lo que es más atractivo para cada medio; mantener la comunicación simple y directa; proveer videos, fotos, gráficos y cualquier cosa que ayude a hacer atractiva y entendible la información; asegurarse de entender los tiempos del periodista; y, finalmente, ser amable: la actitud consigue lo que a veces no logra un comunicado perfecto.

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Academia. Es indudable que la agenda mediática condiciona la agenda política. Los estudios también demuestran que el proceso de agenda setting no es automático. Este estudio conceptualiza la influencia de los medios en la política en función del mensaje mediático y los antecedentes de los políticos y se enfoca en el momento en que un miembro del congreso se entera de un tema a través de un artículo. ¿Qué aspectos de un reportaje de noticias hacen que los políticos tomen medidas? ¿Es más probable que algunos políticos tomen medidas que otros? Los análisis muestran que los artículos de medios prestigiosos que tratan de manera negativa un tema del que un determinado partido se considera “propietario” tienen más probabilidades de conducir a la acción. Más para analizar en el mundo de la política y los medios.

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Oportunidades laborales

WPP abrió la búsqueda de Strategy Manager Argentina.

JP Morgan Chase busca Digital Content UI - Argentina.

Hasta acá llegamos esta semana. Todas tus ideas, propuestas o consultas son bienvenidas. Podés escribirme a comms@redaccion.com.ar

¡Hasta el miércoles que viene!

Juan

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