Conversamos con los fundadores de Netflix y Wikipedia sobre Facebook, el futuro del trabajo y el rol del Estado en el mundo digital
¿Cuantas noches hemos pasado en vilo viendo una serie en Netflix, sabiendo que no es sano y que nos hará llegar cansado y con ojeras a la oficina?
Casi 120 millones de nosotros estamos experimentando ese placer culposo de forma regular. Y el culpable es Mitch Lowe, uno de los cofundadores de Netflix, la empresa que está destruyendo el modelo de negocios de la televisión, el cable y desafiando al del cine.
Esta semana estuvo en la Argentina junto a Jimmy Wales, el creador de Wikipedia, otro emprendedor que también está abofeteando al establishment, rompiendo esquemas y desafiando el orden establecido.
Wales y Lowe son unos convencidos de que hay que romper con los viejos paradigmas para encarar la vida y los negocios.
“Una vez hablamos con Blockbuster porque queríamos que fueran nuestros socios. Se rieron de nosotros. Querían proteger sus ingresos y tuvieron miedo de innovar. Les ofrecimos vender la mitad por US$ 50 millones y lo rechazaron. Hoy generamos cerca de US$ 100 mil millones en ingresos y Blockbuster no existe”, cuenta Lowe.
La importancia de su plataforma no solo se mide en ingresos sino también en el cambio de hábitos que ha generado. Para dar un pantallazo, Lowe menciona dos datos.
1: A una ciudad mediana le tomaría 40 mil años ver todo el contenido que tiene Netflix.
2: Un viernes por la noche promedio, Netflix usa un tercio de la banda ancha de Estados Unidos.
Según él, las claves para el éxito de Netflix tuvieron que ver con dos decisiones: que el próximo capítulo de un serie comience en forma automática al final del que estás viendo, y dar la opción de saltarse los créditos. “Ayuda a reducir la fricción transnacional, que es el factor más importante de cualquier negocio que quiere generar lealtad y membresía”, dice.
Jimmy Wales por su parte afirma que Wikipedia es ya parte de la infraestructura del mundo y dice que la tecnología más disruptiva que está a punto de masificarse es la del auto autónomo.
Ambos emprendedores han estado en el epicentro de la revolución digital y se hicieron millonarios en el proceso, pero ahora creen que es hora de repensarlo todo.
En una larga conversación con RED/ACCIÓN, coinciden en que la revolución digital -al contrario de lo que prometía- está acentuando las desigualdades y dejando a millones en el camino. Y creen que el escándalo de Facebook exige un debate urgente acerca de la relación que tenemos con la tecnología y el rol del Estado.
“Estamos ante un desafío. Cuando la tecnología no se distribuye por igual pasa lo mismo que con el dinero: continúa haciendo que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Y si eso no cambia y la tecnología no se distribuye ampliamente, las personas con mayor acceso y conocimiento dejarán atrás a las personas sin tecnología”, expone el cofundador de Netflix.
“Yo diría que la gente está reexaminando su relación con la tecnología y las redes sociales. Pensando qué tipo de expectativas y demandas tienen como consumidores respecto de sus datos y su privacidad. Y creo que Facebook debería tomarlo en serio porque hay muchas personas muy enfadadas. Nunca antes había visto gente diciendo que iba a dejar Facebook”, dice Jimmy Wales.
¿Cómo regular al Gran Hermano?
Tanto Lowe como Wales coinciden en que hay que replantear la relación que tenemos con la tecnología y el mundo digital, pero no tienen una posición definida respecto a si debería ser por medio de una mayor intervención del Estado.
Empresas como Google, Facebook, Amazon y Netflix tienen hoy una gran cantidad de información. Si es cierto que la información es el petróleo del siglo XXI, ¿no habría que regularla de manera más estricta?
Jimmy Wales es escéptico en este aspecto. “Creo que aún no sabemos realmente cómo sería una buena regulación, ni siquiera cómo regularíamos Facebook, qué significaría realmente eso. No olvidemos que una gran parte del funcionamiento de Facebook, lo que nos encanta como consumidores, requiere de que compartamos datos con ellos. Es decir, Facebook necesita saber quiénes son mis amigos porque esa es la base fundamental de su negocio, que es conectar amigos. Entonces, cualquier tipo de regulación torpe -y he visto muchas de ese tipo en el espacio de internet a través de los años- podrían causar mucho daño”, dice.
Cuidadoso, se pregunta quién pagará verdaderamente los costos de un cambio abrupto: “Una de las cosas que la gente olvida es que Facebook es una gran compañía con mucho dinero y muchos recursos, y cualquiera sea la regulación seguramente pueda arreglárselas para cumplirla. Pero ¿qué hay de las nuevas empresas? Si imponemos un régimen regulatorio muy complejo, es muy difícil para las personas innovar en este espacio y podemos terminar en una situación rígida. Es un tema complicado”, advierte.
Lowe es un poco más flexible. “El gobierno está allí para proteger a las personas esencialmente de ellos mismos”, dice. “Las empresas muchas veces no tienen claro lo que harán con los datos de la gente. Y en un escenario en el que lo ocultan, creo que es el papel perfecto para el gobierno exigirles que lo expliquen. Sabemos que Facebook es gratis, pero también sabemos que están recopilando una gran cantidad de datos, vendiendo todo eso y monetizando. Lo que debería pasar es que los consumidores tomen control de sus datos y que la gente empiece a pensar quién sabe qué acerca de ellos, y si eso les importa o no”, agrega.
¿Qué hacer con los desplazados?
La revolución digital y el boom tecnológico están cambiándolo todo, pero en un mundo globalizado hay millones de trabajadores que no solo no ven el fruto positivo de esos cambios, sino que temen la desaparición de sus trabajos. Entonces, ¿cuál es la respuesta?
Para Lowe la clave es la educación. “No podemos detener la tecnología ni evitar que las cosas se vuelvan cada vez más eficientes, mejores y más rápidas. Entonces debemos hacer un mejor trabajo para que la gente pueda mantenerse a la vanguardia”, dice.
Los programas para reeducar a los trabajadores desplazados por robots en general no han tenido éxito. Son esos trabajadores lo que en Gran Bretaña votaron por el Brexit y los que en EE.UU. votaron por Trump. Sienten que las elites los olvidaron, que la globalización les juega en contra…
Lowe: Tienes razón, absolutamente. Como ya dije, uno de los mayores problemas en el mundo es que los ricos se están haciendo más ricos y los pobres se están empobreciendo. Y eso significa que muchas cosas están quedando atrás con la tecnología. Por lo tanto, es definitivamente más fácil para alguien como yo pensar que la solución es realmente simple: invierte o que el gobierno cree un programa. Pero estás en lo correcto, no ha funcionado. Debo aceptar la realidad de que nunca vamos a resolver todo. Y pienso que solo se pueden hacer pasos incrementales. La pregunta -pero no sé la respuesta a esto- es si hace 50 años estábamos peor. ¿Lo estábamos o el mundo está mejorando? Es cosa de mirar los datos.
¿Creen en la capacidad de la tecnología para cambiar el mundo?
Lowe: Dijeron en su momento que la información e internet iban a cambiar el mundo para mejor porque daría más libertad de empoderar a las personas. Y lo que vemos es que algunas de las cosas que han resultado no son tan bellas. Deberíamos dar un paso atrás y recordar que efectivamente parte de la promesa de la revolución tecnológica sigue siendo cierta. Ha habido un cambio sorprendente en la vida de las personas, aunque es cierto que el control gubernamental de la información es menor que nunca.
¿Cuáles son los grandes aportes de la tecnología?
Lowe: Es una increíble revolución que las personas puedan aprender todo lo que quieran con la punta de los dedos, puedan organizarse para juntarse y crear movimientos sociales, incluso movimientos populistas que pueden no ser siempre populares entre el establishment. Sigue siendo posible que las personas cambien el mundo.
¿Qué piensa de las nuevas generaciones?
Lowe: Los millennials son fascinantes. Los admiro mucho, aunque también soy crítico. Admito que han puesto la calidad de vida y la calidad de su futuro por encima de trabajar duro y ganar dinero. Al mismo tiempo, a veces parece que no tienen la misma ética de trabajo que las generaciones anteriores. Pero como empresario eso significa que tienes que ser mucho más sensible y estar más cerca del consumidor y de tus trabajadores para saber lo que quieren. Todos desean cosas diferentes y lo desean exactamente a su manera. Y si usted en su negocio no puede personalizar su producto o servicio, tendrá dificultades para conseguir a los millennials. Y si no lo haces, te van a destruir en las redes sociales de forma inmediata.
De Wikipedia a WikiTribune
La esperanza de Jimmy Wales está puesta en su nuevo proyecto: WikiTribune, su antídoto contra las noticias falsas. Es una plataforma de noticias que junta a periodistas con una comunidad de voluntarios y se asegura de que los artículos tengan información verificada y mejorada.
El objetivo es publicar noticias con un impacto real en eventos locales y globales. “Las redes sociales y buscadores están diseñadas para que leas y escuches lo que quieres leer y escuchar. Los algoritmos de noticias están diseñados para confirmar lo que ya crees”, dice Wales.
¿Por qué surge WikiTribune?
Wales: Una de las cosas que más me ha molestado del último tiempo es ver cuántos periodistas han perdido sus trabajos en los últimos 10 años. Los periódicos locales de todo el mundo están siendo destruidos. Y no han sido reemplazados por otra cosa. El modelo comercial no funciona, ese es el problema por el que estoy realmente preocupado, y creo que tenemos que experimentar con nuevos modelos de negocios y nuevos modelos de producción. Debemos buscar cómo involucrar al público de una manera constructiva para que podamos permitirnos contratar a más periodistas.
¿Este periodismo puede sobrevivir como un negocio viable y generar información independiente?
Wales: Creo que sí. O eso espero. Una de las tendencias actuales más emocionantes que he visto es que la gente finalmente está empezando a suscribirse y a pagar por el periodismo.
Lowe y Wales coincidieron en el “Innovation Week”, evento organizado por Papelera Del Plata.