Escuchar a los estudiantes y enseñarles valores mediante la acción: cómo trabaja el docente sanjuanino que es precandidato a mejor maestro del mundo - RED/ACCIÓN

Escuchar a los estudiantes y enseñarles valores mediante la acción: cómo trabaja el docente sanjuanino que es precandidato a mejor maestro del mundo

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Federico Cánovas enseña filosofía en el último año de cinco escuelas secundarias de la ciudad de San Juan. Su método consiste en incentivar a los jóvenes a expresarse libremente y a estimular espacios de diálogo que den lugar a proyectos solidarios, como el de hacer baby showers para madres adolescentes en situaciones vulnerables o generar ayuda comunitaria durante el aislamiento por la pandemia. “Cuando entendí que por medio del rol docente podía sembrar semillas de esperanza en cada estudiante, me copé con este trabajo”, cuenta.

Escuchar a los estudiantes y enseñarles valores mediante la acción: cómo trabaja el docente sanjuanino que es precandidato a mejor maestro del mundo

Los estudiantes de sexto año que aprenden filosofía con el docente Federico Cánovas en la ciudad de San Juan experimentan un antes y un después de sus clases. Cánovas, entusiasta de la investigación, la educación, el trabajo en equipo, el desarrollo y la paz, dirige proyectos que identifican a cada promoción y les brinda a sus alumnos herramientas para decidir por dónde seguir. Esos proyectos van cambiando en el tiempo, a medida que el profesor escucha a sus alumnos.

“A raíz de las necesidades y realidades que teníamos dentro y fuera del aula fueron naciendo eventos solidarios. Desde hace unos años la cantidad de adolescentes en situación de maternidad y paternidad era una constante y, en simultáneo, se daba la deserción escolar o la intermitencia y debilitamiento en las trayectorias escolares. Por ello, junto a los estudiantes decidí apoyar y alentar la continuidad escolar mediante una serie de acciones que resultaran significativas”, cuenta Cánovas, que a los 43 años da clases en cinco escuelas secundarias de la ciudad de San Juan y sus alrededores —el Colegio Provincial Concepción (de la capital), el Carlos Pellegrini (Santa Lucía), el Capitán de Fragata Carlos María Moyano (Rawson), el Enrique Mosconi (Rivadavia) y el José María Torres (Pocito)— y este año fue propuesto por sus alumnos como uno de los precandidatos a ganar el Global Teacher Prize (el premio que otorga la Fundación Varkey y que reconoce al mejor maestro del mundo)


Alumnos organizan el material para baby showers solidarios. La movida involucró a otras organizaciones locales que se sumaron para colaborar. (Imagen: Federico Cánovas)


Baby Sueños

Hace 10 años, Cánovas propuso, en el marco de un proyecto curricular basado en el aprendizaje de valores y el compromiso social, hacer baby showers —anglicismo utilizado para designar la celebración que se realiza antes de un nacimiento— destinados a jóvenes embarazadas de bajos recursos económicos. 

El Proyecto Baby Sueños creció exponencialmente. Muchas de esas futuras madres, alumnas de Cánovas, se encontraban en situación de vulnerabilidad, sin la presencia del padre del bebé y en ocasiones sin el apoyo de su familia. Al día de hoy, cerca de 100 embarazadas —no solo alumnas suyas, sino también estudiantes de otras escuelas— recibieron su ajuar, destaca el profesor, que comenzó a enseñar hace 12 años.

“Los chicos hacíamos distintas manualidades, como cajas para la ropita, cocinábamos cositas dulces, decorábamos todo para la fiesta y colaborábamos con la indumentaria y los elementos higiénicos para los bebés”, cuenta Ayelén Poblete, exalumna de la Escuela Capitán de Fragata Carlos María Moyano.

Con el correr del tiempo, Baby Sueños estrechó lazos con empresas que donaban jugos, uniones vecinales que hacían llegar pañales y chocolate para el evento, clínicas privadas que donaban ecografías y con Salud Pública de la Provincia de San Juan, que organizó charlas informativas y sobre la salud del bebé y de la mamá.

Lejos de interrumpirse, la iniciativa continuó durante la cuarentena: “Conseguíamos autorizaciones para recoger las donaciones y llevábamos las cajas a las embarazadas”, cuenta Cánovas. Y acota un detalle que señala cómo esta acción solidaria ayudó a promover el diálogo: “Trabajaban estudiantes que se encuentran a favor y en contra del aborto. El proyecto es una instancia superadora del conflicto”.

Construir futuro

Atento a las preocupaciones adolescentes, Cánovas desarrolló a la par un amplio espacio para escuchar a su alumnado, denominado “Enlazando ideas para construir futuro”, declarado de interés por la Cámara de Diputados de la Nación, del cual nacieron varios proyectos interdisciplinarios relacionados a los intereses de sus estudiantes: pobreza, adicciones, ambiente, depresión y salud mental, violencia juvenil, proyectos de vida, etc. Más de 300 chicos de cinco escuelas participaron de esta usina de ideas, a la que se invitó a diferentes actores relevantes del medio social para que transmitieran sus experiencias, trayectoria, testimonios de vida e intercambiaran ideas con los alumnos.

Dentro de este espacio se realizó un ciclo de charlas para motivar a los estudiantes a la hora de elegir una carrera o qué hacer en el futuro, a partir del testimonio de personas destacadas en el ámbito artístico, deportivo y empresarial, que debieron sortear distintos obstáculos (como una ceguera de nacimiento o tener que “cartonear” y llegar luego a ser empresarios). 

Se busca que los expositores alienten a las nuevas generaciones mostrando sus experiencias, sus caminos y decisiones, que relaten cómo llegaron a destacarse, cuáles fueron sus obstáculos y cuáles sus estrategias y qué valores privilegiaron al momento de dar los pasos más importantes en su vida. “Me contactaron de otras provincias para replicar el modelo localmente”, destaca Cánovas, para quien no fue fácil coordinar los traslados hacia estos encuentros durante el horario de clases, pero sí muy gratificante. Los encuentros con estos referentes se desarrollan anualmente, luego de que cada curso trabaja los temas por separado.


Una jornada del taller interescolar “Enlazando ideas para construir futuro”. (Imagen: Federico Cánovas)


A su vez, el docente también destaca el Proyecto Distanciados pero Unidos y Solidarios, llevado adelante durante el aislamiento por la pandemia.. Cánovas involucró a sus estudiantes a distancia no sólo en el aprendizaje de los contenidos curriculares —desde una página web donde comparte materiales de estudio—, sino a que se comprometieran de forma activa con su comunidad. En este marco, desarrollaron micros radiales educativos para llegar a las zonas fronterizas de la provincia, donde la señal de internet y los datos móviles son nulos o escasos. “Fue una de las experiencias más hermosas en mi carrera”, señala. 

Educación para la salud, inteligencia emocional, mitos y leyendas y cómo reciclar son algunos ejemplos de las temáticas que se trataron en esos micros radiales, muy esperados por los oyentes. “Hice uno sobre los terremotos porque me encantan estos temas y estamos en una provincia sísmica, donde necesitamos información sobre qué hay que hacer antes y durante un sismo”, cuenta Jeremías Guevara, exalumno de la Escuela General de la Nación Ingeniero Enrique Mosconi.


En la pandemia, Cánovas incentivó a sus estudiantes, mediante clases virtuales, a organizar tareas para ayudar a sus comunidades. (Imagen: Federico Cánovas)


Salud mental

En la pospandemia Cánovas detectó la necesidad de abordar problemáticas de salud mental, agravadas por el aislamiento al que obligó el COVID-19. La intención de este proyecto denominado “Mirar las señales de lo invisible” fue incentivar a los estudiantes a indagar en sus emociones, a que se expresaran e identificaran sus vivencias para que no quedaran ocultas y pudieran manifestarse en un marco cuidado. 

“Mi realidad es un poco dura, tengo un diagnóstico de ansiedad generalizada y depresión; con tan solo 17 años todas las mañanas pido fuerzas para el día que comienza. Tengo días grises pero también veo a mi familia que me apoya y me ama, y una sonrisa se me escapa. La vida es hermosa, llena de personas que hacen que sea así”, dijo una adolescente anónima durante uno de los encuentros.

Cánovas relata que luego de una primera experiencia llevaron estos talleres a una escuela de Valle Fértil donde dos niñas se habían quitado la vida. “Los comentarios fueron muy positivos. Fue útil, según las palabras del supervisor”, indica.

Construir esperanza 

Otros encuentros de “Enlazando ideas para construir futuro” estuvieron relacionados con el ambiente y la paz mundial.

Por un lado, estudiantes del grupo “Constructores de esperanza y paz” realizaron un encuentro de reflexión y debate en el Monumento al Holocausto del artista sanjuanino Mario Pérez, en el que concluyeron que todos son capaces de entenderse y cooperar para la paz. El propósito de la jornada fue abrir caminos de diálogo, de tolerancia, de perdón, de cordialidad, haciendo prevalecer la verdad, la tolerancia en pos de la paz propia y del entorno donde se vive. 

Asimismo, los estudiantes desarrollaron el Proyecto Reparando Nuestra Huella para concientizar sobre la necesidad de afrontar la problemática del cambio climático, con eje en la nocividad de las altas emisiones de dióxido de carbono para la salud del planeta. “Fuimos invitados a participar en dos certámenes internacionales organizados por la ONU y National Geographic, mostrando nuestro trabajo por medio de videos que hicieron los mismos estudiantes”, cuenta Cánovas.

“Cada proyecto, cada propuesta ha tenido su despliegue e importancia. Seguimos implementándolos y se suman estudiantes de años anteriores que vuelven a la escuela a brindar sus experiencias”, añade el docente. 


El grupo “Constructores de esperanza y paz” en el Monumento al Holocausto en San Juan (Imagen: Federico Cánovas)


Pensamiento crítico

El modo de trabajar de Cánovas es incentivar a los jóvenes a expresarse libremente, empoderarlos y alentarlos a pensar críticamente el mundo que habitan y proponer soluciones. 

¿De qué manera vinculás el aprendizaje de valores y el compromiso social que fomentás con el contenido curricular de la filosofía?

—De todas las maneras que surjan. Existe algo que a mí me gusta llamar magia, que aparece en la interacción. Es una especie de mística o química única que aflora en el hecho educativo y que nos invita a compartir lo que somos y entrelazar nuestras esperanzas, nuestro modo de mirar la realidad y vincularnos con ella, en definitiva también nuestro modo de abrazar la vida y dejarnos abrazar por ella y experimentar ese flujo que nos identifica en lo más profundo de ser humanos. 

¿Qué cambios notás en los chicos a lo largo de tu carrera docente?

—Si bien me recibí en el año 2004, no siempre me interesé por enseñar; pero cuando entendí que por medio del rol docente podía sembrar contribuciones a la humanidad, semillas de esperanza que se renuevan en cada estudiante, me copé con este trabajo. Es posible construir un futuro donde la creatividad fluya de los corazones, donde la inteligencia intrépida se lance a la exploración de nuevos horizontes. 

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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.