El ocio según María Lee- RED/ACCIÓN

El ocio según María Lee

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Es hija de un coreano (del Norte) y de una argentina; siempre buscó conectar con las historias genealógicas de las demás personas, trabajando con diseñadores y artistas con piezas que reflejen la identidad latinoamericana.

El ocio según María Lee

En 2011 María Lee creó Panorama, una tienda de diseño de autor que tiene como premisa el respeto por lo cercano, lo manual, lo artesanal, los oficios. Seguila en su perfil de Instagram.

En el último tiempo, Lee estuvo haciendo un ciclo de encuentros en su casa entre gente que no se conocía entre sí para degustar platos de su Corea: ‘‘Tenemos el sueño de abrir un restaurante coreano en Buenos Aires y finalmente está tomando forma”, dice.

  • Un libro: Este último año estuve leyendo mucho sobre antroposofía. Recomiendo El nuevo orden social de Rudolf Steiner para adentrarse en la materia. Un libro que me encanta y me hace reír mucho es La conjura de los necios de John Kennedy Toole: creo que es mi novela favorita, e Ignatius Really, uno de los mejores personajes de todos los tiempos.
Dersu Uzala (1976). Dirección: Akira Kurosawa
  •  Una película: Miro dos o tres películas por semana. ¡Me considero una persona cinéfila! Algunas de las que vi en el último tiempo y me gustaron: el ciclo Comédies et Proverbes de Eric Rohmer; Señora de nadie, de Maria Luisa Bemberg; The Belly of an Architect, de Peter Greenaway; Missing y État of Siège de Costa Gavras, Dersu Uzala de Akira Kurosawa, La flor de Mariano Llinás; Drifting Clouds y Lights in the Dusk de Aki Kaurismäki, El silencio a gritos de José Celestino Campusano; Two One de Juan Cabral; Novecento, de Bernardo Bertolucci y 7 cajas, de Juan Carlos Maneglia.

Paso también algunas de las pelis que me marcaron en la infancia y adolescencia: Tarnation, de Johnathan Caoutte; Ran, de Akira Kurosawa; La ciénaga, de Lucrecia Martel; Sympathy for Mr. VengeanceOldboy y Lady Vengeance, de Park Chan Wook (es coreano); Kikujiro, de Takeshi Kitano; Fanny & Alexander, de Ingmar Bergman. 

  • Un álbum: Cualquiera de Éthiopiques, una serie de discos compactos interpretados por cantantes e instrumentistas etíopes y eritreos. Estos compilados recopilan sencillos y álbumes de los años 60 y 70. Son ideales para dejar sonando en casa.
La colección Éthiopiques ya cuenta con 30 ediciones publicadas entre 1998 y 2017.
  • Un restaurant coreanoJangukan, en Saraza al 2100, en Bajo Flores, es mi cantina coreana preferida de Buenos Aires. El cartel a la calle reza simplemente “Restaurant coreano” y hay que tocar el timbre para entrar. Otro que abrió hace poco es Nanum. Tiene una propuesta con adaptaciones al paladar argentino que me encantó.
  • Una canción: No sé, ¡millones! “A la noche la hizo Dios” de Atahualpa Yupanqui, “Haenim” de Kim Jung Mi, “The Sheltering Sky” de Ryuichi Sakamoto, “Baby” de Donnie Joe & Emerson, “Ceremony” de Joy Division, “Juan el cartero” de Los Charros, “Satchidananda” de Dan the Automator, “Stand On The Word” de The Joubert Singers (Larry Levan Mix), “Exzamba” de Ringo Galperin.
  •  Un vino: Para el veranito, Montesco Agua de Roca 2019.
  • Si se acabara el mundo, ¿con quién compartirías una última cena? La compartiría con las personas que amo: mi familia, mis amigues y mis amantes. Comeríamos comida coreana como chap chae, bulgogi, eomuk bokkeum, kimchi, kimbap, dubu-jorim, gyeran-jangjorim, myeolchi-muchim o kkaennip-jangajji.


Esta entrevista fue publicada originalmente en Chillax, la newsletter sobre ocio y cultura que edita Delfina Campos. Podés suscribirte en este link.


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