Cómo trabaja una universidad que produce películas con mensajes constructivos- RED/ACCIÓN

Cómo trabaja una universidad que produce películas con mensajes constructivos

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

El Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA), de Río Negro, acaba de coproducir —junto con la Asociación Civil Grupo Teatro el Brote de Bariloche— No está loco quien pelea. Se trata de un largometraje estrenado en simultáneo en varias provincias el último 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental. En esta entrevista, la docente de Artes Audiovisuales de la organización, Lara Decuzzi, cuenta sus motivaciones y organización en la pandemia.

Cómo trabaja una universidad que produce películas con mensajes constructivos

Foto: IUPA.

Lara Decuzzi / Foto: IUPA



—¿Por qué la universidad decide producir esta película?
—Esta es nuestra segunda película. La primera fue Polvareda de un trovero —que tiene más de 382.000 reproducciones en YouTube—, que dirigió el cineasta patagónico, Néstor Ruggeri. Él también hizo el guion y dirigió, junto a Luis Correa, No está loco quien pelea. Decidimos producirla por la temática, justamente. Creemos que una universidad de formación artística debe mostrar cómo el arte puede ser una herramienta de contención social también en los márgenes de la sociedad. En este caso, la temática es la salud mental.


—¿Qué ventajas crees que tiene la universidad para producir estas películas, con estas temáticas? ¿Tienen otras proyectadas?
—Las universidades son unidades de producción particulares, con una estructura que permite cubrir aspectos centrales de un proyecto, además de tener tiempos mucho más flexibles que una productora comercial. También tienen llegada a un público diferente y no van detrás del corte de entradas para cubrir los costos de producción. Por eso hay una doble responsabilidad en las historias que decidimos contar. Por el momento no tenemos otras pelis en desarrollo. Este contexto de pandemia no permite poner un proyecto tan grande en marcha. Sí estamos desarrollando una serie de animación desde el equipo de IUPATOONS, que se llama Alén en la Patagonia.

—¿Qué le aportan estas producciones a la comunidad educativa de la universidad?
—Mostrar otro tipo de producciones. No tan cercanas a la comunicación diaria, que son las que habitualmente desarrollamos dentro del Centro de Producción. Y también posibilita el trabajo en el territorio provincial (en el caso de la última película, transcurre en Bariloche) y con la comunidad en general. Aporta, sobre todo, evidencias de la versatilidad de las producciones artísticas.


—¿Qué desafíos implicó para la universidad haber terminado el film en pandemia?
—Demandó un esfuerzo más grande del imaginado. Sin embargo, el rodaje de todo un año y la historia que contábamos —de un grupo de teatro que trabaja desde hace más de 20 años en los márgenes en Bariloche— eran argumentos suficientes para que en modo "trabajo en casa" termináramos la película. Y luego, nos propusimos estrenar antes de fin de año. Con el equipo de trabajo disperso por toda la provincia y las salas de cine cerradas, surgió la idea de estrenarla en canales de televisión de toda la Patagonia.


—¿Y cuál fue la respuesta?
—Enseguida se sumaron el canal público de Mendoza y canales universitarios de San Luis, Misiones, Mar del Plata, La Pampa, Lanús, La Rioja y Buenos Aires. Este estreno simultáneo no hubiera sido posible en condiciones normales. Creo que la gran impulsora fue la necesidad de vincularnos, de acompañar el esfuerzo que todos estamos haciendo para sostener los espacios en los que producimos. Quiero decir, podríamos haber dicho: “Terminamos la peli y la estrenamos cuando se acomode un poco todo”. Sin embargo, sostuvimos el sueño, nos organizamos y logramos que las pantallas acompañaran con espíritu colectivo. Esto, sin dudas, es lo más positivo.


Yapa. Acá te dejo el tráiler de Polvareda de un trovero y acá el de No está loco quien pelea.