Cómo planean 4 ciudades argentinas aprovechar los residuos urbanos
Bariloche, Posadas, Mendoza y Bahía Blanca reconocen un desafío común: quieren reducir la cantidad de desperdicios que terminan en rellenos sanitarios. Proyectan reorientar el esfuerzo que hoy ponen en la disposición final de la basura hacia la separación y reutilización de los residuos, ya que cerca de un tercio son papel, cartón, vidrio y plástico. ¿Qué estrategias tienen para los hogares, los recuperadores urbanos, los grandes generadores y las empresas que pueden aprovechar gran parte de la basura?
El volumen de los residuos que se produce en el mundo aporta el 3,2 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. La liberación de estos gases, precisamente, es la principal causa del cambio climático.
Conscientes de este impacto, los gobiernos municipales de Bariloche, Mendoza, Posadas y Bahía Blanca trabajan en políticas que buscan orientar la gestión de lo que comúnmente se señala como "basura" hacia el reciclado y la economía circular. Es que un tercio de la basura que genera cada persona por día, según datos del Banco Mundial para América Latina, son materiales secos reciclables, como papel, cartón, vidrio y plástico.
Comunicar las políticas municipales, educar en la separación de residuos en las casas, diseñar estrategias para los grandes generadores de basura y reconocer el rol de los recuperadores urbanos son los ejes de las políticas diseñadas por estas ciudades.
Bariloche: reducir los residuos es también cuidar sus bosques
? Habitantes: 150.000 estables, a los que se le suman entre 30.000 y 40.000 visitantes durante la temporada.
? Problema que buscan solucionar: la falta de espacio para hacer la disposición final de residuos. Por eso, todas sus acciones están focalizadas en reducir al máximo la cantidad de residuos urbanos que se desechan.
Por sus características geográficas, para la ciudad de Bariloche, en Río Negro, ampliar la zona destinada a basurales significa arrasar con bosques. De ahí la urgencia que tiene el gobierno local por reducir la cantidad de residuos que van al sitio de disposición final.
“Los habitantes generan entre 140 y 160 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos, durante seis días a la semana. Y cuando se agrega la que producen los visitantes durante la temporada, llega a casi 200 toneladas diarias”, detalla Claudio Romero, subsecretario de Planeamiento y Sustentabilidad Urbana de la ciudad.
Por eso, la Subsecretaría que coordina diseñó una estrategia de cinco acciones a desarrollar en una primera instancia.
1. Formar a promotores y promotoras ambientales —jóvenes capacitados en gestión de residuos, separación en origen y cuidado del ambiente— para que recorran las calles concientizando tanto a la ciudadanía como a los comerciantes, y empleados y empleadas del municipio.
2. Empezar a trabajar con la recolección diferenciada en los edificios municipales.
3. Conformar mesas de trabajo internas, vinculadas con el gabinete de sustentabilidad y que permitan abordar el tema desde las distintas áreas municipales. Y también desarrollar la problemática con la mesa de trabajo externa Bariloche Sustentable, que reúne a organizaciones, instituciones y organismos públicos y privados.
4. Vinculado con la logística, tratar de optimizar todo lo que es la recolección diferenciada, reducir las frecuencias de recolección y arreglar la balanza donde se pesan los residuos recolectados, para así contar con mejores datos. “La idea es que esa información nos permita diseñar políticas más ajustadas y mejorar la gestión. Por ejemplo, optimizar rutas de recolección y reducir frecuencias”, puntualiza Romero.
5. Desarrollar una plataforma que permita el seguimiento de los datos, de la cantidad de residuos que se reciben, y monitorear todo el circuito de los residuos.
Además, el gobierno municipal abrió una licitación pública para recibir proyectos destinados al diseño, construcción, operación y mantenimiento de una Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (RSU).) y la remediación de la celda actual de disposición final.
“En general, una remediación bien hecha consiste en tapar la montaña de residuos con suelo de buena calidad, plantar árboles, colocar venteos y colectar el metano producido para después aprovecharlo en alguna forma de energía. El producto final es una colina verde en lugar de una montaña de residuos tapada con tierra de mala calidad”, explica Romero. Y agrega: “El gobierno valorará mucho que la oferta incluya procedimientos para obtener biogás para su futura utilización, en especial para la generación de energía eléctrica para disponer en la red”.
Luego, en otras instancia proyectan trabajar con planes de capacitación para los recicladores urbanos y desarrollar un chatbot que de información sobre cómo y dónde separar los residuos y dónde llevarlos.
Ahora, ¿qué porcentaje de los residuos que produce la ciudad se podrían reutilizar? Dice Romero: “El porcentaje de materia orgánica que se puede compostar representa el 40% en peso, pero es muy difícil de separar. Por eso, nosotros no la contamos. Lo potencialmente reciclable o reutilizable con la tecnología que contamos actualmente está entre algo más del 30% y con suerte el 35% o 36% en volumen. Sin embargo, hoy estamos reutilizando entre el 5% y el 7%”.
Mendoza: más recuperadores urbanos y una separación inteligente de la basura
? Habitantes: 120.000 residentes, más otras 242.000 personas que entran diariamente a trabajar, hacer trámites o compras.
? Problema que buscan solucionar: aumentar la cantidad de residuos recuperados en la ciudad, reducir la cantidad de los desechos enviados a disposición final y la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEIs) generados por la basura.
Más del 60% de la superficie de la ciudad capital de Mendoza está compuesta por espacios naturales a los que desde el municipio buscan conservar y rehabilitar. Mientras que, aproximadamente, en el otro 40% de la superficie, que está urbanizada, se apunta a reducir las emisiones de GEIs a través de medidas sobre el transporte, la energía y los residuos. Estos últimos generan el 16% de los GEIs que produce la ciudad.
Considerando esta realidad, desde la Subsecretaría de Ambiente y Desarrollo Sostenible municipal desarrollaron un programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). La GIRSU es un sistema de manejo de los residuos sólidos urbanos que, basado en el desarrollo sostenible, tiene como objetivo primordial la reducción de los desechos enviados a disposición final.
Esto ocurrió también, tras relevar las diferentes acciones desplegadas por el municipio y diversas instituciones vinculadas a los residuos. Así detectaron que sus mayores dificultades “estaban en la falta de recursos y presupuesto dedicados a este tema y en la falta de mano de obra y organizaciones relacionadas a la recuperación de residuos”, explica Sebastián Fermani, subsecretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible del municipio de Mendoza.
La consecuencia de estas falencias son precisamente la baja cantidad y calidad de residuos recuperados.
“También detectamos, conversando con la Asociación de Cooperativas de Recuperadores Urbanos de Mendoza (COREME), que faltan compradores para todos los materiales que ellos separan”, sostiene Fermani.
Por todos estos motivos precisamente, decidieron poner en valor el trabajo de los recuperadores urbanos y crear un departamento de GIRSU dentro del municipio. En este momento, el gobierno se encuentra articulando distintos proyectos. Uno de los cuales, que ya cuenta con financiamiento internacional, tiene previsto "la construcción de un polo sostenible, con una planta de separación secundaria (la primaria es la que se hace en los domicilios) de residuos que permitirá procesar cuatro veces más la cantidad que hoy se procesan a través de las cooperativas. Más el desarrollo de un ecosistema de emprendedores que trabajen con foco en la recuperación de residuos y posterior comercialización", explica Fermani.
La idea del polo, detalla el funcionario, “es que bajo el sistema de economía circular se genere un espacio donde se haga la separación secundaria de residuos y también se puedan instalar las empresas que incorporan a su producción los desechos recuperados. El objetivo es que haya cada vez más compañías trabajando de esta manera”.
Por otro lado, el municipio se propuso seguir mejorando la separación de residuos que hacen los vecinos. Para eso ya están trabajando en pruebas pilotos —que contemplan encuestas, entrevistas y estrategias de comunicación del correcto tratamiento de residuos— puerta a puerta, a través de redes sociales, chatbot y cartelería.
Además, con el fin de acelerar la transición hacia un modelo de economía circular, explica el subsecretario que "ya se avanzó en normativas específicas para compras públicas de triple impacto, en la certificación ambiental de emprendimientos que permitan generar mayor competitividad en productos y servicios que demuestren características de sustentabilidad, y en generar beneficios fiscales para aquellos emprendedores y emprendedoras que cumplan con estas certificaciones".
Por último, cuenta Fermani, “Mendoza es una de las poquísimas ciudades que, con una herramienta que usa la inteligencia artificial para generar información, logró relevar los microbasurales existentes. Entendemos que son la consecuencia de un conjunto de variables económicas y sociales. Por eso, para eliminarlos necesitamos un abordaje multidisciplinario en el que hoy ya estamos trabajando”.
Bahía Blanca: comunicar las alternativas que existen a la disposición final
? Habitantes: 315.000 habitantes (Censo 2010).
? Problema que buscan solucionar: el bajo recupero de residuos. Por eso, el desafío para el municipio está en recuperar la mayor cantidad de residuos posibles, tanto secos como compostables. Hoy recolectan 500 toneladas diarias, de las cuales entre 330 y 350 toneladas son de residuos urbanos y el resto son residuos industriales o de obras en construcción.
“Queremos cambiar la cultura de desechar sin recuperar los residuos que se pueden recuperar. Para eso nos propusimos trabajar desde el momento que se genera el residuo en las casas hasta el uso del residuo recuperado, pasando por la logística con el que se retira, quiénes hacen el recupero de esos residuos y el uso que luego se le da”, explica Jorge Groppa, miembro del equipo profesional de la Subsecretaría de Gestión Ambiental.
“Muchas de estas cosas ya se hacen, pero de manera desarticulada. Tenemos que articularlas y darlas a conocer”, aclara Groppa. En ese sentido, el año pasado el municipio se enfocó mucho en informar a la gente sobre la propuesta de recupero de desechos.
Es que a partir del trabajo con la Red de Innovación Local (RIL) y la organización ambiental Delterra, el equipo de Gestión Ambiental de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca se focalizó en el principal desafío que detectaron: achicar la brecha entre lo que la Subsecretaría de Gestión Ambiental hace y lo que la población percibe o conoce de esas acciones.
“Además, diseñamos una campaña de visitas a todas las plantas de separación que tenemos, empezando por las instituciones educativas”, acota Gastón Lucatini, quien también forma parte del equipo de la Subsecretaría de Gestión Ambiental.
Posadas: incentivos para instaurar hábitos de la economía circular
? Habitantes: 320.000.
? Problema que buscan solucionar: disminuir la cantidad de residuos que se llevan a relleno sanitario. Para eso se busca aumentar la cantidad de residuos que se reciclan y se valorizan al ingresar a la economía circular.
El Gobierno municipal de Posadas, capital de la provincia de Misiones, identificó que tienen una baja separación de residuos en origen por parte de los habitantes y por parte de los grandes generadores.
Sin embargo, los estudios que realizaron demostraron que la población está informada sobre la gestión de residuos en la ciudad. "Por eso, creemos que, entre otros aspectos, faltan incentivos para cambiar hábitos y para que la separación de residuos se convierta en un compromiso ambiental con acciones cotidianas”, explica Valeria Jacquemin, coordinadora de proyectos del Centro Verde Municipal.
A partir de ese diagnóstico, con la ayuda de la Red de Innovación Local (RIL) y la organización ambiental Delterra, diseñaron un plan de información y comunicación y están estudiando qué incentivos dar a los vecinos y vecinas. A su vez, prevén avanzar en la normativa para grandes generadores de residuos al promover más oportunidades de mercado circular.
En el mediano plazo proyectan construir un Eco-Centro ambiental metropolitano que aborde la gestión de residuos voluminosos de manera específica así como el abordaje con laboratorios, espacio de tecnologías y sensibilización desde todas las dimensiones. Buscan que sea una referencia a escala local y provincial de las nuevas políticas de residuos con fuerte anclaje ambiental y hacia la economía circular.
A diferencia de otras ciudades, “Posadas tiene infraestructura y equipamiento para crecer en este servicio público de valorización de residuos. Pero necesita de aspectos blandos: nuevas normativas y más conciencia ambiental para aumentar la separación en origen”, resalta el informe que realizó el equipo de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU).
La ciudad también se destaca por la conformación multidisciplinaria del equipo de GIRSU, que permite un abordaje integral de la problemática.
En cuanto a las y los recuperadores urbanos, sigue Jacquemin, “se busca revalorizar su rol, que la comunidad cambie su mirada sobre ellos. Por eso, el gobierno municipal los incluyó en un programa específico donde adquieren un carnet, reciben atención sanitaria y se trabajará en una prueba piloto donde participan ellos como promotores ambientales”.
Los grandes generadores de residuos también son una parte importante a la hora de pensar la gestión ambiental. Por eso el equipo de GIRSU desarrolló pruebas piloto de recolección especial de residuos para estos generadores. Una vez finalizada estas pruebas, apunta Jacquemin, “se harán los ajustes y se pasará a reglamentar la normativa local para que se pueda exigir su cumplimiento”.
También se está diseñando una planta de compostaje. En tanto, ya está funcionando una prueba piloto de compostaje derivado de grandes generadores (ferias y grandes verdulerías). La idea es escalar esta prueba piloto para que abarque a toda la ciudad.