De dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde debemos ir para la necesaria implementación del primer acuerdo ambiental regional de América Latina y el Caribe, cuya segunda reunión inicia hoy.
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¿Me extrañaron? ? Pasó un mes desde la última vez que conversamos y, en sólo un mes, ocurrieron muchas cosas en materia climática. El IPCC publicó su Sexto Informe de Evaluación con un llamado eufórico a actuar con ambición porque la ventana de oportunidad se está cerrando, pero aún está (tranquilos, ya volveré con un análisis). El lobby ganadero argentino desinformó a partir de una publicación de la NASA y nos quiso hacer creer que la ganadería no contribuye al cambio climático (ilusos). Alemania cerró sus últimas tres centrales nucleares dando así inicio a una nueva etapa sin energía nuclear, pero aún con bastante dependencia del carbón (no todo es color de rosas). Los casos de dengue tuvieron un pico de crecimiento en Sudamérica y la OMS alertó de que el cambio climático está aumentando la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos.
Pasó un mes en el que pude desconectar para reconectar. Algo que llevaba tiempo sin hacer y que necesitaba. Mientras un ojo no dejaba de estar atento a todo eso que pasaba, descubrí nuevos lugares en ciudades que ya había visitado; caminé 20.000 pasos por día en medio de las urbes y en espacios verdes inmensos desconocidos o sólo conocidos para los lugareños; me armé un tour por librerías y analicé el lugar que en ellas tienen las publicaciones sobre cambio climático (dos datos: El libro del clima, de Greta Thunberg, resalta entre las novedades generales y me volví con seis libros en la valija); visité bibliotecas y museos; degusté platos vegetarianos; compartí tiempo con amigos; y me hice un autorregalo especial…
Por tercera vez pude disfrutar a mi artista favorito en vivo. El músico irlandés Damien Rice comenzó en Manchester un nuevo tour y allí estuve: en la cuna de la Revolución Industrial que dio inicio al problema sobre el cual hablo todos los días. Allí, disfrutando un arte hecho voz, guitarra, piano e intimidad. En abril de 2021 Rice trabajó en una composición especial junto a las cantantes Jófríður Ákadóttir y Sandrayati Fayy. Escribieron una letra inspirada en la vida y el trabajo de Berta Cáceres para lo que hubiera sido su cumpleaños número 50.
La activista hondureña asesinada en 2016 por las causas que defendía y los intereses que cuestionaba es un símbolo de uno de los problemas latentes en América Latina que no recibe la atención que merece. América Latina es la región más peligrosa para los defensores ambientales. Ahora es una región con un Acuerdo de Escazú que busca, entre otros propósitos, garantizar la justicia ambiental. Es un acuerdo que no puede —no debe fallar— en su implementación, en memoria de Berta y todos los defensores ambientales asesinados, en defensa y protección de todos los que hoy están en riesgo.
Ese acuerdo tendrá desde hoy una nueva reunión entre gobiernos para avanzar en su implementación y sobre ello dedicaré esta edición —de regreso— de PLANETA. ¿Empezamos?
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De dónde venimos. Si bien es cierto que, al hablar de acuerdos, esta newsletter está más dedicada al Acuerdo de París en acción climática; también es cierto que no les debe —o no tendría— que parecer desconocida la mención al Acuerdo de Escazú. De hecho, siempre me gusta recordar que el primer artículo que hice para RED/ACCIÓN, allá por 2018 y desde Nueva York, fue sobre el inicio de la firma del Acuerdo de Escazú. Para comprender lo que comienza hoy, creo que es importante que retomemos dos elementos.
???? ¿Qué es el Acuerdo de Escazú? Es el primer acuerdo ambiental regional de América Latina y el Caribe que busca garantizar tres derechos concretos en asuntos ambientales: el acceso a la información, la participación pública y la justicia ambiental. Es un acuerdo de suma importancia porque, tal como dice el Principio 10 de la Cumbre de la Tierra en el cual se fundamenta, “el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de los ciudadanos”. Es un acuerdo histórico que, por primera vez en el mundo, incluye la figura de los defensores ambientales y los derechos que a ellos se les deben garantizar en una región que, insisto, es la que mayor peligrosidad representa para su supervivencia.
Es un acuerdo regional que entró en vigor el 22 de abril del 2022, pero que aún no está vigente en toda la región. De los 33 que integran América Latina y el Caribe, sólo 15 países lo ratificaron (Antigua y Barbuda, Argentina, Belice, Bolivia, Chile, Ecuador, Granada, Guyana, México, Nicaragua, Panamá, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía y Uruguay) y 24 lo firmaron. Es un acuerdo cuya puesta en práctica se gobierna a partir de una Conferencia de las Partes, es decir: una COP. Y el año pasado se celebró en Santiago de Chile su primera edición.
?️ ¿Qué nos dejó la COP1? Los representantes del público consideraron que la COP1 fue una conferencia exitosa por dos resultados concretos obtenidos. Por un lado, se aprobaron las reglas de procedimiento que establecen cómo será el funcionamiento del proceso de negociación para la implementación del acuerdo y de sus reuniones en las COPs. Por otro lado, se aprobaron las reglas del Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento que será, ni más ni menos, el órgano encargado de de examinar el cumplimiento (o no) del Acuerdo, formular recomendaciones, promover la aplicación y acompañar a los países en su implementación.
El Comité —que tiene que tener carácter consultivo, transparente, no contencioso, no judicial y no punitivo— debe estar compuesto por expertos independientes a quienes los representantes de la sociedad civil podrán dirigirse para elevar los reclamos necesarios.
Llegar a ambos resultados no fue fácil y Bolivia intentó quitarle representación a la sociedad civil en la participación con voz y voto en las negociaciones. Intento que, afortunadamente, no prosperó. A diferencia de la COP climática, la de Escazú se realiza cada dos años. Pero en Santiago se resolvió celebrar una edición extraordinaria que es la que inicia hoy en Buenos Aires, Argentina.
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Dónde estamos. Expectantes de esta COP2 que no es estrictamente la COP2, pero a la que se la llama así para evitar una sobreexplicación permanente. Este miércoles 19 por la tarde habrá una formal inauguración a la conferencia, cuyas actividades se concentrarán durante dos jornadas: el jueves 20 y el viernes 21. ¿Qué pasará ahí o que debiera pasar?
➡️ Sólo se trabajarán temas de agenda. Al no ser formalmente la segunda edición de la COP sino una edición extraordinaria que busca avanzar con el trabajo, sólo se podrá concentrar en los temas ya definidos y aprobados en la agenda. Es decir que un país no puede de pronto poner un nuevo tema sobre la mesa para debatir.
➡️ Se tendrán que definir detalles del Comité. ¿Quiénes serán los expertos que conformarán el Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento? A este interrogante deberá dar respuesta el trabajo de la conferencia. Ya hay diez candidatos de los cuales serán elegidos siete según criterios de conocimiento del Acuerdo, distribución geográfica equitativa, paridad de género y trayectoria jurídica.
➡️ Se compartirán avances de trabajo. Los países que han ratificado el acuerdo compartirán sus experiencias en busca de su implementación.
➡️ Se avanzará en un plan de acción en pos de los defensores ambientales. Esta reunión buscará avanzar en el diseño de una hoja de ruta para que los países establezcan herramientas y mecanismos de protección de los derechos de los defensores ambientales de la región. En otras palabras: poner o intentar poner un freno al trágico final que tuvieron Berta y tantos otros.
➡️ ¿Un tema que volará de la COP climática a la de Escazú? Money, money, money. Las discusiones incluirán identificar opciones de financiamiento alternativas que acompañen la implementación de las políticas necesarias.
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Lo que hay que mirar con lupa en el camino a seguir. ¡Mucho! Hay algo que no escapa a ninguna COP, sea climática, de biodiversidad o de Escazú, y son los intereses presentes, las dificultades entre países y la necesidad de transparencia en el proceso. Todo eso en Escazú se magnifica porque la sociedad civil está presente con voz y voto en la toma de decisiones. Lo siguiente es lo que, más allá de las formalidades, no hay que perder de vista.
? La parte política. Al igual que en la primera edición, en esta reunión se pondrá el énfasis en la necesidad de que más países avancen en la ratificación del Acuerdo para que su puesta en práctica abarque a la región. Entre excusas políticas y la presión de ciertos sectores, son todavía varios los países que se resisten a la firma de un acuerdo que otorga derechos a la ciudadanía.
? La (no) participación garantizada. Uno de esos derechos que busca garantizar el Acuerdo de Escazú es la participación y parece que ya tenemos algunos inconvenientes al respecto en lo que hace a la misma conferencia en sí. ¿A qué me refiero? La Mesa Directiva presidida por Uruguay con la vicepresidencia de otros cuatro países (entre ellos el anfitrión de esta COP) ha tomado la decisión de limitar la participación en la COP a los actuales candidatos al Comité. Sí, como leen. Que puedan participar sólo en algunas actividades durante las dos jornadas. El argumento detrás sería que "no se haga campaña rumbo a la elección del Comité". La realidad: las reglas del acuerdo no establecen ningún tipo de límite al respecto. ¿Motivo democrático o excusa para que la COP no sea tan democrática?
Al respecto, la sociedad civil abrió una junta de firmas para elevar una carta ante la Mesa Directiva y la Secretaría Técnica del Acuerdo, en la que además se denuncia el aforo limitado otorgado a los representantes de la sociedad civil para esta conferencia.
? El desafío de una región unida. La COP climática nos ha enseñado que la región no actúa en conjunto. Por el contrario, varias veces se pelea entre sí. El Acuerdo de Escazú supone un enorme desafío en materia de definir caminos comunes para su implementación o, a la vez, la oportunidad de que la agenda socioambiental sea el punto en común en pos del cuidado del ambiente, la participación y el respeto a los derechos humanos.
Algunas recomendaciones finales para profundizar en el tema:
?? El análisis de los resultados de la COP1 en PLANETA. Leer aquí
? El Acuerdo de Escazú que es de un lenguaje muy claro. Leer aquí
??? El seguimiento de las novedades de esta COP2. Ver el sitio web de la CEPAL
? Un compilado de actividades paralelas realizado por FARN. Ver aquí
▶️ El seguimiento en vivo de las actividades. Ver aquí
"Song for Berta" es el nombre de la canción que Damien Rice llevó al escenario de distintas ciudades europeas a lo largo de este último mes. Su estribillo dice:
Now that you're gone
I can see that you're still around
Your seed that fell to the ground
Grew in and then it grew out
- -
Ahora que te has ido
Puedo ver que todavía estás por aquí
Tu semilla que cayó en tierra
Creció y luego creció
Esa semilla que Berta dejó en muchos dirá presente desde hoy en la COP2 para avanzar en la necesaria implementación del Acuerdo de Escazú. Me despido por hoy con la invitación a que escuchen la canción.
Nos encontramos la próxima semana con el análisis de los resultados de esta COP.
Un saludo!
Tais
PD: Todos los ingresos generados por la canción van a Copinh.org, la organización fundada por Berta en 1993.
