Última edición del 2021 de PLANETA con la propuesta de cinco producciones literarias y audiovisuales que exponen con creatividad y de distinta manera el principal problema de este siglo.
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Lo prometido es deuda. Una edición de PLANETA que, al menos en su parte inicial central y sobre el final, es un poquito más light porque el fin del año lo amerita. Muchas veces me preguntan qué película o documental sobre cambio climático ver o qué libro leer para profundizar en la temática. Bueno, después de un difícil proceso de selección (porque podría hacer todo un año de ediciones de PLANETA con recomendaciones de libros y películas sobre cambio climático), aquí están mis cinco destacados para que disfruten en el inicio del 2022 y a partir de los cuales, claro, reflexionen.
1. ¿Qué futuro climático queremos? Es el interrogante que nos interpela a medida que leemos The Future We Choose (El futuro que queremos), un libro publicado en Inglés en 2020 y llevado a sus ediciones en español durante el 2021. Confieso que no lo leí, me lo devoré durante el momento de confinamiento más estricto del año pasado. El lema que acompaña su título "sobreviviendo a la crisis climática" ya nos da indicio del enfoque propositivo de la propuesta.
- ¿De qué se trata? The Future We Choose nos traslada temporalmente a 2050. Nos propone dos futuros escenarios o dos escenarios de futuro. En uno, el planeta está en llamas, el aire es sofocante y moral, países enteros se encuentran bajo el agua. En otro, el planeta se está regenerando, el aire es fresco, las poblaciones tienen una mejor calidad de vida. ¿Cuál de esos dos futuros queremos? ¿Qué estamos haciendo para llegar a uno u otro? ¿Qué podemos o debemos, aún, hacer por evitar el primero y ubicarnos en el segundo?
The Future We Choose es una invitación a actuar. A alcanzar ese futuro que será beneficioso para todos: humanos, otras especies, ecosistemas e, incluso, la economía. - ¿Quiénes son los autores? Admito que el inicial motivo por el cual ansié la llegada de este libro y me acerqué a su lectura fue por su coautora, Christiana Figueres. Oriunda de Costa Rica, Christiana fue la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) entre 2010 y 2016. En ese rol, fue una de las arquitectas fundamentales del histórico Acuerdo de París. Tras finalizar ese cargo, viene realizando una incansable labor para que ese Acuerdo sobre el cual trabajó detalladamente se ponga en práctica cuanto antes y de forma ambiciosa.
Así como Tom Rivett-Carnac la acompañó a Christiana como estratega político senior para el Acuerdo de París, así también la acompañó en la escritura de este libro. - ¿Por qué lo recomiendo? De las tres partes en las que está estructurado el libro, dos están dedicadas a la acción. La principal virtud de esta propuesta literaria es su permanente enfoque propositivo. Es ese permanente stubborn optimism (optimismo obstinado) al que se refieren los autores y que explica ese empuje constante a no vencernos ante la crisis climática, a involucrarnos desde todos los roles y aspectos de nuestra vida. El libro propone desde qué cambio de mirada podemos actuar ante el cambio climático y desde qué acciones podemos hacerlo.
La experiencia en cómo se logró que los países llegaran a consenso con el Acuerdo de París es una tinta fresca en cada renglón respecto de cómo también podemos (y debemos) implementarlo con éxito.
The Future We Choose es una lectura ágil, optimista, realista. Es una invitación a no mirar para un costado e involucrarse. - Un apartado del libro. "Esta mentalidad es aún más importante una vez que te das cuenta de que los hábitos, prácticas y tecnologías del pasado sólo nos llevarán a la desaparición ecológica y al sufrimiento humano. Ver nuestra realidad con optimismo significa reconocer que otro futuro es posible, no prometido. Ante el cambio climático, todos tenemos que ser optimistas, no porque el éxito esté garantizado sino porque el fracaso es inconcebible".
- Para conocer más... Christiana y Tom fundaron Global Optimism, una organización centrada en crear y promover cambio social y ambiental. Además, ambos conducen el que, debo decirles, es mi pódcast sobre cambio climático favorito: Outrage and Optimism. Son episodios de casi una hora en los que conversan sobre las distintas aristas del problema y sus soluciones posibles, sumando a la conversación a referentes, expertos, representantes de la sociedad civil y políticos. ¡Súper recomendable! Eso sí, la única contra es que está en Inglés. Ya le dije al equipo que, considerando que Christiana es latinoamericana, debieran hacer algunos episodios especiales en español 🙂 Pueden profundizar más sobre la organización y el pódcast aquí.
2. ¿Qué es lo que no queremos mirar ante la crisis climática? Ésta no es la pregunta que se plantea en la película Don't Look Up (No mires arriba), pero sí la que empecé a hacerme al ver las críticas en contra tras su estreno en Netflix el viernes 24. Me había anticipado en compartirles mis impresiones (sin spoilers) del filme en la edición del miércoles pasado. Y vuelvo a él como uno de los cinco destacados de esta edición porque lo amerita.
- ¿De qué se trata? El astrónomo Randall Mindy (interpretado por Leonardo DiCaprio) y la estudiante Kate Diabiasky (interpretada por Jennifer Lawrence) descubren que un cometa coalicionará con la Tierra produciendo un impacto de destrucción total del planeta. ¿El problema? Cuando lo dan a conocer, a nadie le importa. Ni a políticos, ni a medios de comunicación, ni a la ciudadanía.
Cualquier similitud con cómo (no) vemos la crisis climática es pura coincidencia. - ¿Quiénes son las personas detrás de la película? Me voy a concentrar en una. Al ver el filme uno entiende completamente por qué DiCaprio aceptó protagonizarlo. Y al ver lo que ahora está haciendo a través de sus redes vinculando Don't Look Up con el cambio climático, parece cerrar un círculo perfecto. Como una persona que dedicó la profesión que quiso desde chiquita (el periodismo) a la comunicación del cambio climático, me encanta ver cómo una persona tan popular como Leo coloca todos sus esfuerzos para hacer del cine un medio de información, concientización y activación. Y ello lo hace de forma directa -recordemos que realizó tres documentales sobre cambio climático - e indirecta -no solo con este filme sino también cuando ganó el Óscar y dedicó sus palabras al cambio climático.
- ¿Por qué la recomiendo? La primera vez que vi Don't Look Up fue en preestreno para poder compartirles información a ustedes en la edición anterior de PLANETA. La segunda vez fue en Navidad. Le dije a mi papá y a su familia que no podían perderse la última película de DiCaprio. Después de verla, conversamos sobre las similitudes con la crisis climática, con la crisis pandémica, con la crisis de nuestros representantes políticos.
Recomiendo Don't Look Up por y para eso. Puede que no guste la narrativa de la película, algunas de las actuaciones, el tono irónico o el montaje elegido. Pero si no estamos todos de acuerdo en que el filme representa paralelamente el modo en que no estamos queriendo ver la urgencia de actuar ante el cambio climático, entonces lamento spoilearles que terminaremos como en la película. - Una escena favorita. Diría que dos. El "Todos nos vamos a morir" dicho a los gritos en vivo en televisión me trajo una suerte de proyección futura de cómo puedo verme yo en unos años reportando ante la inacción frente a la crisis climática. Y después el final. Ese final me puso la piel de gallina. Me trajo una (mala) suerte de proyección futura de cómo podemos terminar, si seguimos mirando para otro lado.
- Para conocer más... Hay algo que siempre disfruto del género documental dedicado a temáticas ambientales y es que la información no termina cuando se corta la cinta sino que se complementa con una invitación a los espectadores a involucrarse en pos de la temática ambiental en cuestión. Ello generalmente se hace a través del sitio web del documental. Bueno, casi como una película ambiental, el equipo detrás de Don't Look Up llevó esa característica propia de los documentales ambientales a esta película de ficción.
"¿Te gusta vivir en la Tierra, pero odias los cometas asesinos? ¿Ya no soportas una catástrofe más? ¿Quieres dejar de temer y empezar a actuar? Bueno, no hay cometa. Pero la crisis climática se nos viene encima. Y tú puedes ayudar a resolverla con estos simples pasos". Esta es la invitación en la Plataforma Climática que se creó oficialmente en paralelo al filme y que cuenta con herramientas súper útiles para empezar a hacer algo y mirar lo que está pasando. Lo que más me gusta: ¡tiene su versión en español! Pueden disfrutarla y compartirla con otros aquí.
3. ¿Reconocemos el estado del planeta que hemos transformado y seguimos transformando? Quizás sí. Quizás no. Quizás sí, pero no lo suficiente. Quizás debemos recordarlo y actualizarlo para la acción. Si me preguntan con qué libro aproximarse a la lectura climática, les diré sin rodeos que con éste. Por momentos lo odiarán por su frontalidad, por la cantidad de datos, por la exposición de la cruda realidad, pero les garantizo que, aún con ese efecto, vale la pena.
- ¿De qué se trata? Es la construcción de un relato sobre las consecuencias que la crisis climática y ecológica tendrá en tan sólo una generación. Ese trasladarnos a un inminente planeta inhóspito sirve (quizás un poquito como cachetada) para reflexionar sobre cómo hemos devastado nuestro propio hogar y ser un ferviente llamado a la acción.
- ¿Quién es el autor? David Wallace-Wells es un periodista nacido en Nueva York, Estados Unidos. Ha trabajado como editor en New York Magazine y ha colaborado en distintos medios locales e internacionales. Su foco en el cambio climático está puesto en la urgente acción ante el futuro más inmediato de crisis que se nos avecina. Suele participar como entrevistado en distintos programas de la televisión estadounidense para informar sobre la temática.
- ¿Por qué lo recomiendo? Es 'EL' libro que merece una mirada atenta, reflexiva, analítica. Es quizás todo eso que, en palabras del filme recomendado en esta edición, debemos mirar más y mejor para que se vea correspondido en la acción. Sé que en las primeras páginas pensarán que "esto viene muy negativo", pero créanme que lo terminarán queriendo.
- Un apartado del libro (o un compilado de varios). "Para quienes relatan sucesos sobre el clima, contemplar tan espantosas posibilidades (...) se convirtió por algún motivo en algo indecoroso. Las razones son casi demasiadas como para enumerarlas, y tan vagas que quizá preferible llamarlas impulsos. Optamos por no hablar de un mundo cuya temperatura ha aumentado más de dos grados quizá por pudor; o por puro temor; o por miedo a ser agoreros; o por una fe tecnocrática, que en realidad es fe en el mercado; o por deferencia con los debates políticos (...) o por un escepticismo respecto a la izquierda ecologista (...)
(...) porque, egoístamente nos daba igual destruir el planeta en perjuicio de aquellos que vivían en otros lugares, o de quienes aún no habían nacido, pero lo heredarían de nosotros, indignados. (...)
(...) Pero sencillamente no quisimos, o no pudimos, o en cualquier caso no afrontamos lo que la ciencia nos estaba diciendo." - Para conocer más... Si bien David escribe en Inglés, recomiendo seguirlo en Twitter. ¡Ah! Yo estoy releyendo El Planeta Inhóspito porque lo volvimos a elegir para la tercera edición del Club de Lectura Climática que codirijo y que iniciará a mediados de febrero. Así que si quieren aventurarse en la lectura climática y reflexionar con otras personas, pueden escribirme a clubclimatico@gmail.com
4. ¿Cómo una huelga de los viernes se convirtió en un movimiento internacional? Todos conocemos a Greta Thunberg. Todos conocemos cómo empezó. Todos conocemos lo que generó. Pero... ¿todos conocemos a Greta Thunberg? ¿Todos conocemos cómo empezó? ¿Todos conocemos lo que generó? El documental I Am Greta (Soy Greta) de la plataforma Disney+ nos da respuestas a esos interrogantes.
- ¿De qué se trata? A través de un material audiovisual inédito, el documental cuenta la historia de la joven activista climática sueca. Un relato más íntimo que va más allá de los titulares y que permite conocer a la persona detrás de un movimiento global.
- ¿Quiénes son las personas detrás del documental? Sí. Mantengo esta pregunta en plural. Sería obvio decir que la protagonista del documental es Greta. Pero Greta se transformó y creció en lo que es gracias a muchas otras personas que, como ella, encontraron en la crisis climática y ecológica una necesaria causa por la que luchar.
- ¿Por qué la recomiendo? Por eso mismo que decía. Porque, con sus diferencias y particularidades, Greta refleja a una generación que no miró para un costado, que se asustó con lo que vio, que quiere hacer algo a partir de ello, que exige que se haga algo a partir de ello. Es un relato íntimo que nos acerca más a la joven detrás de la activista y que nos invita una y otra vez a sumarnos a su activismo.
- Una escena favorita. Como periodista, tuve la oportunidad de ver a Greta haciendo una acción muy concreta: dando discursos. Todavía recuerdo ese How dare you? en vivo y esa precisión al compartir los datos del IPCC. Conocer a través del documental el proceso previo a esos discursos, me pareció algo maravilloso. Greta no dice lo que le dicen sus padres. Greta no dice cosas para quedar bien con algunos. Greta trabaja minuciosamente cada uno de sus discursos con la fe de que tengan un impacto en real acción climática. Y esas fueron las escenas que más disfruté. Fueron las piezas del rompecabezas que faltaban para mí tras sus discursos.
- Para saber más... sólo puedo decir sigan a Greta en redes. Sigan a los jóvenes activistas de sus países, de sus ciudades que, como ella, salen a la calle para exigir acción.
5. ¿Podemos promover una agricultura en armonía con el suelo? Bueno sí, termino esta selección quizás con lo que es más parecido a un tradicional documental ambiental, pero que no por ello nos propone algo diferente y más creativo. Y ya lo hace desde su título: Kiss the ground (Besa el suelo), un documental disponible en la plataforma Netflix.
- ¿De qué se trata? El documental muestra cómo el suelo puede ser un aliado en la acción ante el cambio climático a través de un paradigma distinto como el de la agricultura regenerativa. Activistas, científicos, agricultores y políticos participan en la producción audiovisual.
- ¿Quiénes son las personas detrás del documental? No me voy a quedar ni con Ian Somerhalder ni con Giselle Bundchen ni con Woody Harrelson sino con quienes estuvieron en la producción y en el guión. Josh y Rebecca Tickell, una pareja de realizadores cinematográficos que tuve el placer de conocer hace unos años en el Festival Internacional de Cine Ambiental en Buenos Aires. Conocí su incansable labor en pos de visibilizar problemáticas ambientales (en un inicio enfocado en el impacto ambiental del petróleo y los combustibles fósiles), pero sobre todo en mostrar las soluciones existentes o posibles. Esta nueva producción no falla en ese propósito que siempre mantuvieron como eje.
- ¿Por qué la recomiendo? Porque es una de la soluciones, no 'LA' única, pero sí una necesaria ante la crisis climática. Remarco esto porque a veces los documentales pecan de darnos soluciones únicas y acabadas ante el cambio climático y la realidad es que si fuera tan simple, creo que ya lo hubiéramos resuelto, ¿no? Lo cierto es que cuando la ciencia habla de los cambios drásticos que se necesitan, se refiere a cambios en distintos sectores, desde diferentes ámbitos. Algunos claros tienen que hacer un poco más que otros, pero necesitamos acciones transformadoras, nuevas miradas y nuevos modos desde todos los actores. Y la agricultura regenerativa es una de las opciones que tenemos, o podemos tener, bajo nuestros pies.
- Para saber más... definitivamente les sugiero que se den una vuelta por el sitio web del documental que cuenta con información complementaria al contenido de la producción audiovisual. Pueden acceder aquí. Está disponible sólo en Inglés por el momento.
Plus: de los Tickell, vean también el documental The Earthing Movie. Es simplemente hermoso. Y no van a querer dejar de estar con los pies, descalzos, sobre el suelo, el suelo de verdad.
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Argentina termina el año en llamas (de nuevo). Bueno anticipé que lo de light de esta edición aplicaba al principio y al final. Aquí no me queda más que compartirles una noticia de actualidad que, lamentablemente, no es positiva: incendios. Argentina, una vez más, termina el año en llamas. Mucho podemos preguntarnos a partir de esta problemática realidad. Aquí intentaré enfocarme en los siguientes interrogantes.
- ¿Cuál es la situación actual? Según el reporte de hoy del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), son cinco las provincias con focos activos de incendios: Chubut, Neuquén, Río Negro, Formosa, Santa Cruz. La situación más dramática para la contención del fuego se viene dando en Bariloche (Río Negro), Aluminé (Neuquén) y en las islas del Delta del Paraná donde, conforme el reporte, hay focos contenidos y controlados en Santa Fe y Entre Ríos, respectivamente.
- ¿Cómo se actúa en el país ante un incendio? Desde el momento en que se da noticia del inicio de un foco de incendio, son las jurisdicciones las que acuden inmediatamente para actuar ante él. Por jurisdicciones entendemos las provincias, la Ciudad de Buenos Aires y la Administración de Parques Nacionales -en caso de ocurran en sus áreas protegidas-. Si el accionar de las jurisdicciones no es suficiente para controlar y contener l incendio, se pide ayuda a otras jurisdicciones. Si con ello no es suficiente, se eleva al gobierno nacional, todo a través del SNMF.
En la previa a los incendios, las jurisdicciones deben adquirir y proveerse de los recursos necesarios para la acción. De ser necesario, deberán pedírselos a la administración nacional. - ¿Estamos llegando tarde? No estamos llegando a tiempo. Hay algo que entre las burocracias de las ayudas y el no prepararse en función de las proyecciones climáticas, nos está ubicando siempre en una pérdida de biodiversidad fundamental, en daño y pérdida material y humano, en el aprovechamiento de unos pocos. No se puede culpar al cambio climático por los incendios, sí se debe contemplar lo que sabemos de los efectos del cambio climático a nivel local para prepararnos mejor ante los incendios.
Sea por causa natural (un rayo) o humana (desde dejar mal apagada una fogata hasta provocar intencionalmente un incendio), no bien se inicia la llama, el cambio climático le está dando las condiciones perfectas para su propagación. Temperaturas cada vez más elevadas, escasez de precipitaciones, sequía del suelo. Son todas variables de las que dependen los incendios para propagarse. Son todas variables que el cambio climático está intensificando.
Y en todo esto nada contribuye decisiones humanas del pasado, como instalar monocultivos de pinos en la Patagonia. Una vegetación sumamente inflamable. De nuevo: el fuego se hace una fiesta.
Con todo esto, se puede mejorar en prevención, se puede articular mejor el trabajo entre lo local, lo regional y lo nacional, se debiera poner más atención en lo que nos dice la ciencia sobre el impacto local del cambio climático en esas variables. A veces siento que los que provocan intencionalmente incendios, por ejemplo en las islas del Delta del Paraná, miran más la información climática que los tomadores de decisión. - ¿Qué podemos hacer nosotros? ¿Ir con un balde a la zona de los incendios para intentar apagar el fuego? No. ¿Ayudar con donaciones a algunas de las comunidades afectadas? Sí. ¿Evitar generar incendios cuando estamos de vacaciones por los lindos ecosistemas de nuestro país? Re sí. Para esto último recomiendo los prácticos tips de Amigos de la Patagonia.
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5 noticias ambientales positivas para celebrar en el fin de año. No sé si light, pero este apartado me costó muchísimo. Porque esto no se trata de suavizar noticias sobre problemáticas ambientales reales (guiño guiño Don´t Look Up), sino de encontrar si realmente estas últimas semanas del año hubo noticias positivas para brindar. Y sí.
- La población de jirafas va en aumento. Las cifras recolectadas en todo África por la Giraffe Conservation Foundation muestran que todas las especies de jirafas han visto un crecimiento en su población durante los últimos años. Se trata de poco más de 117.000 ejemplares. Sí, ya sé. Suena a poco y lo es. Pero es un incremento de casi el 20% desde 2015, lo que demuestra que las actividades de conservación tienen su efecto positivo y que hay que continuar trabajando en pos de ello. Pueden conocer más en esta nota en Treehugger.
- Habemus almacén de productos de cooperativas. Creo que esta noticia le encantará a Flor Tuchin, autora de la newsletter Otra economía. En medio de las fiestas se inauguró en pleno microcentro porteño (Buenos Aires, Argentina), un nuevo Almacén de Alimentos Cooperativos y Huvaiti. Una iniciativa de comercialización que ofrece productos de la economía solidaria, gestionado por organizaciones cooperativas y la economía social. Pueden conocer más en la cuenta de Instagram de Alimentos Cooperativos.
- Nueva planta solar en Argentina. Se inauguró el Parque Solar Fotovoltaico Altiplano 200 en la Puna sáltela. Cuenta con más de medio millón de paneles solares y una potencia de 200 MW. Más info en esta nota de la agencia Télam.
- Más energía eólica. Las empresas Vestas y Pampa Energía anunciaron un acuerdo para ampliar el parque eólico De La Bahía, en Bahía Blanca. Se trata de la incorporación de 18 turbinas que aumentará la capacidad del complejo -en funcionamiento desde 19- a un total de 187 MW. El acuerdo incluye un servicio de mantenimiento a 20 años.
- Yiyo en rueditas. Bueno, no es netamente ambiental, pero Jane Goodall -que promueve siempre esa mirada desde la esperanza y da charlas online con la foto de su perro detrás- aprobaría esta inclusión en esta sección. En las próximas semanas iniciaremos las pruebas para crearle un carrito a Yiyo (el perro paralítico que transito) a fin de que pueda movilizarse mejor. Será un proceso largo de pruebas y adaptación. Brindo por esto y por este ser con una energía positiva inmensa.
Aprovecho para agradecerte por ser parte de PLANETA. Al leer, participar y compartir esta newsletter, nos ayudás a hacer crecer esta comunidad comprometida con el desafío de (re)construir un planeta mejor. Si te gusta lo que encontrás acá, podés además sumarte como miembro Co-Responsable y ayudarnos a seguir haciendo un periodismo que no sólo sirva para contar el mundo, sino también para cambiarlo.
Parece mentira que llegamos al fin de este 2021. Entre todo el caos y el desafío por la aún presente pandemia y la más aún presente crisis climática, el 2021 fue un año muy especial para mí. Vengo de dos años de pasarlo bastante mal por distintos motivos y, contra viento y marea, este año pude volver a ponerme de pie más firme. Y eso también se los debo a ustedes que del otro lado leen, comentan, comparten. Lo más importante: se interesan en (ya sé, estoy re repetitiva hoy) mirar esta newsletter de principio a fin para luego involucrarse desde sus lugares. Así que ¡gracias!
Y si algo de especial tuvo el 2021 fue volver a viajar. Fue volver a hacer una cobertura desde el exterior. Fue volver a una COP y a esa locura de las negociaciones climáticas que odio y amo a la vez. Fue dedicar casi tres meses seguidos de contenido en PLANETA sobre ese mundo técnico-político tan lejano y hacerlo más ameno, más próximo, más entendible. Y en eso tengo que agradecer al equipo de RED/ACCIÓN. Por mirar el cambio climático y entender que es LA historia que tenemos que comunicar.
Brindo por un 2022 en que seamos más amables entre nosotros y para con las otras especies, por un 2022 con una acción climática real, justa y ambiciosa, por menos discursos y más acción, por no mirar para un costado e involucrarse.
Hasta el próximo miércoles en lo que será la primera edición del 2022 de PLANETA y, quién les dice, mientras armo valijas para una nueva cobertura climática!
Salud,
Tais