¡Hola, lector y lectora de CHILLAX! El otro día fui a una cena con amigas y algo me impactó: sin exagerar, y te juro que no estoy exagerando, el 85% de los temas de conversación fue sobre temas esotéricos. No es la primera vez que pasa.
Este es un signo de los tiempos. Los millennials somos almas generosas que todo lo consumen y todo lo creen. Armamos nuestra espiritualidad à la carte. Sin que se nos mueva un pelo, sin alegar coherencia o seriedad, surfeamos la astrología, el tarot, el reiki, el mindfulness, los registros akáshicos, el psicoanálisis, el cristianismo, la espiritualidad de Oriente, la medicina china. La alacena de opciones para el autoconocimiento y la elevación es tan amplia, tan absurda y bizarra, que por qué no dedicarle una edición.
Armé un recorrido caprichoso de la A a la Z con datos de cultura general, joyas (y horrores) de este vasto universo. Comparto su primera parte a continuación:
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- La medicina tradicional de la India tiene el nombre de ayurveda. Esta pseudociencia se basa en la premisa de que el cuerpo, la mente y el espíritu tienen que estar alineados (porque cuando no lo están, aparecen las enfermedades). Según la ayurveda, la humanidad es reducible a tres biotipos, o doshas: pitta, vata y kapha. Dependiendo del dosha que tengas, tu alimentación debería tener tales o cuales características.
- ¿Vistes el documental de Bikram en Netflix? Es tremendo. Bikram Choudhury fue un gurú de yoga, mente creadora de un calvario que consiste en hacer posturas incómodas durante 90 minutos en un cuarto especialmente aclimatado a 42 grados y 40 % de humedad. Por alguna razón que escapa mi comprensión, este sadismo brutal resultó bastante atractivo al jet set de Los Ángeles, lo que derivó en que el tipo se volviera millonario allá por los 90. Más tarde caerían un sinfín de denuncias de abuso sexual y violación de mujeres que trabajaban con él o hacían sus clases. Esta prófugo de la Justicia de EE.UU. desde 2016.
- Mi tía, que es astróloga y tarotista, me llevó una vez a presenciar un encuentro de constelaciones familiares. Fue fuerte. Me acuerdo de que por alguna razón nos pidieron a todos los presentes que participáramos de una determinada constelación grupal. Armamos una ronda, nos miramos entre todos, y lo siguiente que me acuerdo es estar esquivando gente que me tocaba o que caía al suelo como un soldado en batalla y quedaba agonizando en el piso. El creador de las constelaciones, Bert Hellinger, postuló que las problemáticas que tenemos los humanos están muchas veces relacionadas a temas no resueltos que fueron transmitidos de generación en generación. Explicado con mis propias palabras y a riesgo de no hacerlo bien, estos encuentros generan puentes con el pasado familiar para destrabar o resolver asuntos personales. Un lugar que se dedica a hacer constelaciones es Espacio Dragma.
- A principios del año pasado, cuando empezó la pandemia y todos sentíamos que era el Apocalipsis, existió una moda bastante fuerte: los 21 Días de la abundancia de Deepak Chopra. De golpe estabas de lo más tranquilo comiendo una tostada y mirando por la ventana hasta que, cuando agarrabas el celular, descubrías de que te habían incluido, sin previo aviso, a un grupo de WhatsApp misterioso. ¿Quién es esta gente que está en el grupo y no conozco? ¿Qué pretenden de mí? Lo que se pretende de vos es que hagas una meditación guiada todos los días durante tres semanas. El objetivo: atraer la abundancia a tu vida, algo que resulta muy atractivo para personas como vos y como yo, víctimas de la inflación. El insight central que plantea Chopra es que si pensás en abundancia y das con abundancia, recibís abundancia. Simple pero difícil.
- Felisa Fernández Madero es psicóloga y guía de meditación. Cuando empezó la pandemia creó Espacios de Luz, una serie de encuentros terapéuticos grupales que combinan la psicología, la espiritualidad y la creatividad. Doy fe en que están buenísimos. Para inscribirte, escribí a felifmadero@gmail.com. Y ya que estamos, voy a recomendar lo que hace mi amiga Virginia Labougle: ella trabaja como coach ontológica tanto para grupos como para encuentros personales, usando la filosofía, la espiritualidad y a la naturaleza como vehículos para el autoconocimiento y el bienestar.
- Las Flores de Bach son, básicamente, extractos de flores silvestres diluidas en brandy y agua. Perdón por pincharte el globo. Pero ¿quién fue Bach? Claramente no estaríamos hablando de Johann Sebastian, el compositor, sino de Edward, un homeópata inglés que creía que la enfermedad era la consecuencia de una tensión entre los propósitos del alma y las acciones de la personalidad. En la década del 30, Bach eligió y armó sus famosos preparados a través de la intuición más pura, sin recurrir al método científico. Los ensayos clínicos sobre la acción de las flores de Bach dejan como inevitable conclusión de que su eficacia se debe en un 100% a un efecto placebo. Más allá de eso, me parece hermosa y romántica la idea de que una flor de la campiña inglesa puede curarte. Un sensible, Bach.
- Gaia es una especie de Walt Disney del esoterismo. Un Netflix, para ser más precisa. Estoy hablando de una plataforma de streaming a través de la cual, pagando una suscripción, podés acceder a clases de yoga, meditaciones, películas y documentales ultramega new age. La conocí porque me crucé con una publicidad en YouTube en la que un gurú llamado Matías Di Stefano y más argentino que el dulce de leche mira a cámara en estado de trance y dice lo siguiente (me tomé el trabajo de transcribir):
“Desde los tres años de edad comencé a recordar mis vidas pasadas. Esta parte de mi cerebro me permite recordar al máximo el pasado, reconectando con la memoria cósmica que nos une a todos. Creo que se me ha otorgado este gran regalo y el acceso al plan cósmico para poder ayudar a las personas a entender la estructura del universo en el que vivimos (…) En esta serie, iremos más allá de los libros de historia convencionales. Hablaremos de las diferentes civilizaciones que han influido en nuestra humanidad tales como Lemuria y Atlántida, y la gran guerra que tuvo lugar en nuestra galaxia (…)”.
Matías Di Stéfano fue al Vaticano a hacer una limpieza energética, autorizado por Bergoglio. Al parecer, el Vaticano es un centro energético importante del planeta y hay que limpiarlo de vez en cuando. Cuentan que post-limpieza se largó una tormenta violenta e inexplicable (¿como cuando murió Jesús?).
- En tiempos de pandemia, las apps Headspace y Calm ganaron bastante notoriedad por su promesa de ayudarte a conciliar el sueño o meditar. Calm, por ejemplo, tiene audios de hombres famosos (y sexies, por cierto) que te arropan para dormir: Harry Styles o Cillian Murphy te cuentan un cuentito al oído hasta que te largues a roncar.
Encontré un artículo que resume mi pensamiento perfectamente: “Una de las imagines mentales más irónicas sobre nuestro modelo de sociedad de consumo es la de intentar encontrar remedios a problemas que inicialmente no tendrían por qué estar ahí”. El remedio a la ansiedad provocada por tu smartphone, adentro de tu smartphone. Más que paradójico, perverso.
- Iyengar es un tipo de yoga desarrollado por el maestro indio del mismo apellido. ¿En qué se diferencia de otros, como el Hatha o el Ashtanga? Acá se presta más atención a las limitaciones corporales de la persona, por lo que se suelen usar soportes como sillas, ladrillos, cinturones y otros aparatos. El Iyengar es muy eficaz en tratar dolencias como hipertensión, dolor de espalda, depresión o anemia.
- Si Wikipedia tiene razón, Jodorowsky (Alejandro Jodorowsky) es una de las personas más versátiles que caminan la Tierra. Desde 1984 a la fecha, trabajó como novelista, guionista, poeta, dramaturgo, ensayista, director de cine y teatro, actor, editor de cine, escritor de historietas, músico, compositor, filósofo, titiritero, mimo, psicólogo, dibujante, pintor, escultor, psicomago y gurú espiritual. Pero las facetas por las que este chileno naturalizado francés es más conocido son la de cineasta y de escritor. Jodorowsky indagó en la psicomagia, que es un cocktail de chamanismo, teatro, tarot y psicoanálisis. El tarot, puntualmente, es uno de sus más grandes esferas de estudio.
- Krishnamurti fue un orador y escritor indio-británico sobre temas relacionados a la filosofía y la espiritualidad. Algunas frases que son sus greatest hits: “Uno nunca tiene miedo a lo desconocido, sino a lo conocido llegando a su fin” / “A lo largo de nuestra vida nos educan comparándonos con otros; sin embargo, cuando me comparo con otros me destruyo a mi mismo”. / “La religión de todos los hombres debe ser creer en sí mismos”. / “No es signo de buena salud estar adaptado a una sociedad profundamente enferma”.
- “¡Llama Violeta!”, decimos con una amiga cuando necesitamos suerte. La realidad es que nunca supe bien qué significaba. Googleando un poco, descubro que la llama violeta es una luz de alta frecuencia y una herramienta que supuestamente sirve para transmutar la energía. Se cree que quien empezó a hablar sobre este concepto fue el Conde de Saint Germain, un cortesano, alquimista, pianista y compositor del siglo XVIII que era popular entre la aristocracia francesa y cuya vida está envuelta en un velo de misterio.
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Corto por esta edición... ya vendrá la segunda parte.
Namaste,
Delfi