Qué pasó. Casi todas las principales empresas de medios digitales que explotaron a mediados de la década de 2010 anunciaron despidos masivos en las últimas tres semanas.
Los detalles. El último golpe lo dio Vice Media, que hace unos días anunció que va a despedir a 250 personas. El miércoles pasado, Verizon Communications anunció que recortaría alrededor del 7% de sus operaciones de medios digitales, un negocio que incluye a AOL, Yahoo y The Huffington Post. Alrededor de ochocientas personas perderán su empleo.
A eso hay que sumar los 200 empleados que despidió BuzzFeed en la misma semana. Por su parte, Gannett, el otro poderoso imperio de periódicos y controlador de USA Today y cientos de otros medios en Estados Unidos, anunció que despedirá a cuatrocientas personas.
Modelo de negocio cuestionado. Todos estos medios tienen en común que crecieron gracias a que inversionistas apostaron cientos de millones de dólares en el futuro digital de la industria y a un modelo de negocios basado en volumen y publicidad. Pero el 90% de ese negocio se lo llevan Google y Facebook.
El jueves pasado Facebook anunció que había obtenido ganancias récord de US$ 6.800 millones en los últimos tres meses de 2018, mientras que Google informó que sus ingresos para el mismo período aumentaron un 22%.
Ahora los medios se ven obligados a hacer recortes sustanciales para sobrevivir y ser rentables. Los que invirtieron se cansaron de subsidiar las pérdidas.
La arista política. El influyente columnista de The New York Times, Farhad Manjoo, dice que los recortes anunciados son una señal de que se avecina “un fenómeno devastador” y una amenaza a la democracia. Afirma que demuestran la incapacidad de Google y Facebook, los que dominan el negocio de publicidad digital, de darles espacio significativo a otras empresas.
Manjoo dice que es urgente que la industria de los medios digitales encuentre la forma de dar servicio a las masas y al mismo tiempo generar ganancias. En su más reciente columna escribe:
“En medio de una época de prosperidad económica en que se registran niveles históricos de interés en las noticias por todo el mundo, los recortes de la semana pasada anuncian un destino amargo inminente que se aproxima en cámara lenta y dará pie a una emergencia democrática cuyo fin no se vislumbra”.