—¿Cuál es el aporte de la banca ética a la crisis del COVID-19?
—Hoy como proyecto estamos trabajando para generar soluciones financieras a los sectores que nosotros apoyamos y que están afectados. Pero estamos planteando un desafío doble; por un lado poder llegar a las empresas con urgencias, pero también situar una mirada a nivel de industria y de Latinoamérica sobre los desafíos de la reconstrucción de la economía. Necesitamos que las empresas de impacto positivo salgan fortalecidas y que muchas empresas tradicionales tomen un camino de sostenibilidad.
—¿Qué proyectos destacarías que reaccionaron rápidamente?
—El sector que más destacamos es el sector agrícola, donde ha habido en general gran capacidad de respuesta de llegar a las personas. En esto ha tenido mucho liderazgo, por ejemplo, incorporando electromovilidad para llegar a los clientes.
—¿Qué rol pueden llegar a tener las industrias creativas durante la pandemia?
—Son clave en lo que viene porque son el espacio donde se profundiza la capacidad de los seres humanos de crear. Argentina, Brasil y Colombia son economías claves para lo que se viene, como la educación online, la cultura de las videoconferencias, la inteligencia artificial. Tenemos un doble desafío de cómo los avances tecnológicos nos ayudan a la sostenibilidad de la vida y cómo no nos deshumanizan.
Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link
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