Si te gusta Borges tanto como a mí (lo que escribió Borges, lo que conversó Borges, lo que hizo Borges, incluso lo que le hicieron a Borges; en fin, Borges el escritor y Borges el hombre), los memes que hace un profesor de Literatura de colegio secundario —que se llama Alfredo de Jorge— te van a hacer el día.
De Jorge los cuelga en @memesborgeanos: son una relectura alucinada y remixada, un mashup, de nuestro poeta ciego infinito.
Plus: ¿cómo llega un libro a ser adaptado en Netflix?
Compartí esta newsletter o suscribite
1
“Todo empezó en una fría noche de insomnio, durante la cuarentena de 2020”, me cuenta Alfredo de Jorge sobre sus memes borgeanos. “Me llegó una notificación de que un amigo me había agregado a un grupo de shitposting borgeano en Facebook, recién creado. Estuve riéndome solo durante una hora viendo memes de Borges (riéndome y sintiendo algo así como bronca: porque esos memes no se me habían ocurrido a mí)”.
- ¿Qué demonios es un grupo de shitposting? ? Responde De Jorge: “Es un grupo en el que la gente aporta memes de calidad variada. Lo que importa no es que esté bueno, sino estar aportando todo el día. Es muy divertido”.
Esa misma noche él puso un meme en el grupo, me cuenta, y al día siguiente se sentó frente a la computadora y empezó a hacer más, uno detrás de otro. “Como vi que tenían buena recepción y, a la vez, se me iban ocurriendo otros, me di cuenta de que había material para hacer algo propio. Al poco tiempo creé la página de Instagram y desde entonces he subido memes a un ritmo aproximado de tres por semana, todos borgeanos, todos míos (salvo algunos aportes que a veces hacen los seguidores, a quienes obviamente les doy crédito)”.
Este fue el primer meme de su Instagram:
2
Lo divertido de @memesborgeanos es que De Jorge nos guía con humor por los laberintos dialécticos de Borges, por las etapas de su vida y por sus historias, poemas y cuentos.
Santiago Llach es un fan de estos memes —y de Borges—, y entrevistó a Alfredo de Jorge en la Noche de las Librerías. “La Internet toda”, me dice Llach, “con sus trolls, sus herejes (linuxeros y demás), sus replicantes a lo Pierre Menard y su gran producción textual colectiva, escolástica, es muy borgiana (sé que ‘borgeana’ va con ‘e’ pero a mí me gusta con ‘i’). Los memes todavía más: piezas de comunicación lanzadas al manoseo anónimo, a la réplica maligna, parecen artefactos pergeñados por la mente lisérgica de Borges”.
Con este meme de tres partes, cuyo inicio viene acá abajo, lloré de risa (porque es conocida la anécdota de una visita que Mario Vargas Llosa le hizo a Borges a fines de los ’70 o principios de los ’80, y le dijo algo así como: “¡Borges! ¡Qué austero es usted, maestro, tan solo hay aquí una pequeña cama y una biblioteca!”, y algún tiempo después Borges comentó: “Ese hombre parecía más un agente inmobiliario que un escritor”. En su libro Medio siglo con Borges, Vargas Llosa repasa esa visita desde una perspectiva mucho menos graciosa). Lloré de risa, real, recomiendo verlo completo:
Este también es ?:
- Le pregunto a De Jorge cuáles son los memes borgeanos más logrados. “Esto es muy difícil de responder”, me dice, “porque lo que yo muchas veces considero un meme logrado, ingenioso y divertido, no siempre es recibido como esperaba, y otros memes con los cuales no estoy muy conforme y que me parecen simplemente buenos (acaso atendibles), reciben miles de likes y hasta se viralizan”.
? ? ? “En este sentido, mis preferidos son los que involucran varias imágenes, y me dan oportunidad de narrar alguna anécdota de su vida o re-escribir algún cuento, como hice con varias escenas de Los Simpson o con fragmentos de películas, o bien compilando imágenes a las que acompaño de frases textuales ligeramente modificadas”.
? ? ? “Creo que ahí hay algo puramente borgeano”, sigue, “en lo que respecta al modo de acercarse a la obra, pervirtiendo la lectura, expandiendo y actualizando los sentidos del texto original. Pero es entendible que otros memes, más sencillos, que tienen una mejor economía del lenguaje, sean mejor recibidos. No por nada, Richard Dawkins (el biólogo evolutivo creador de la palabra meme) postulaba que el valor de supervivencia de un meme dependía de su capacidad para ser transmitido rápidamente de una mente a otra, de su poder de contagio”.
3
En las últimas ediciones de SIE7E PÁRRAFOS hablamos de los festivales dedicados a Borges, de sus conferencias en las universidades estadounidenses y de sus aventuras en las highlands escocesas. Pero hoy quiero saber cómo se hace un meme borgeano.
“La inspiración puede venir de varios lados”, me dice Alfredo de Jorge. “Muchas veces veo un meme que me gusta y digo: ‘Tengo que hacer esto en versión borgeana’. Suele suceder eso con los memes clásicos o con algo que esté de moda, como por ejemplo una nueva serie de Netflix. Otras veces la inspiración viene de alguna noticia (y ahí es hermoso porque de alguna manera pareciera que, borgeanamente, la realidad imita la ficción): Zuckerberg anunciando el metaverso, un tipo vestido de minotauro entrando en el Capitolio de Estados Unidos o el fervor que despertaron los carpinchos. Finalmente, hay memes que se me ocurren a partir de la lectura y relectura de la obra de Borges, y eso es algo muy lindo porque me invita a volver sobre sus textos. Después, lo que resta es sencillo: sentarme a hacer los memes, para lo cual soy muy rústico, debo confesar”. Usa solamente Paint, PowerPoint y alguna que otra herramienta de Internet.
De Jorge enseña mucho de Borges, en todos los cursos que da. Él mismo leyó a Borges por primera vez en el colegio secundario. Era un chico bastante lector pero de historietas y autores extranjeros, y por su propia cuenta no había llegado a Borges.
Cuando leyó en clase El informe de Brodie quedó, recuerda, completamente fascinado, y le preguntó a un primo que estudiaba Letras si tenía algo de Borges para prestarle. El primo le dio El Aleph. “Y desde entonces, básicamente, no hago otra cosa más que leer y releer a Borges”, dice De Jorge.
4
Cambiamos de tema y vamos a una nota sobre Netflix, los libros, y las adaptaciones de novelas a series y películas. Salió en Esquire (edición de España, y la descubrí vía Proyecto 451): ¿cómo se eligen las novelas? ¿Qué pactos hay con los autores? ¿Se cambian los finales? Verónica Fernández, Directora de Contenidos Originales de Netflix, responde.
“Yo tengo reuniones periódicas con ellas [las editoriales] para hablar de los libros que tienen entre manos”, dice la Directora de Contenidos Originales de Netflix. “Pero también los propios autores nos envían sus novelas. Te diré que aquí hay un equipo de locos ejecutivos, entre los que me encuentro, que nos vamos a las librerías y leemos todo el rato en busca de esa novela que podamos adaptar. Al aumentar tantísimo la producción, la relación que ha habido siempre entre literatura y cine o series se ha multiplicado. Y de verdad que vamos a buscar las historias adonde estén”.
Junto a la directora peruana Claudia Llosa, Samanta Schweblin adaptó su primera novela —Distancia de rescate— para una película que Netflix acaba de estrenar. El principal desafío: no abusar de una voz en off poderosísima. “El efecto es tan potente que se convertía en una tentación peligrosa”, me dijo Schweblin en esta entrevista de SIE7E PÁRRAFOS.
Agrega la Directora de Contenidos Originales de Netflix: “Es importante que la trama no tenga que ver con un pensamiento demasiado interno o ensayístico, porque la novela te permite una instrospección que no siempre se puede llevar a la pantalla. Aunque es difícil, pero no imposible”.
?
Bueno... por ahora lo dejamos acá. Podemos seguir la conversación por mail [sieteparrafos@redaccion.com.ar] o en las redes [@redaccioncomar]. Y también podés contactarme en Twitter [@sinaysinay].
- Si querés recomendarme libros, autores o temas para tratar, o contarme si leíste algo de lo que mencionamos, ¡adelante!
Nos vemos,
Javier